La réplica de aquella nave que circunnavegó el globo, está en el Puerto de Castellón y puede ser visitada hasta el domingo
La réplica exacta de la Nao Victoria, la única nave superviviente de la expedición que circunnavegó el globo terrestre por primera vez hace 500 años, se encuentra esta semana en el Puerto de Castellón, donde podrá ser visitada por colectivos y particulares. Aquel terrible viaje duró tres años, solo sobrevivieron 17 hombres de los 238 que lo iniciaron, y ahora cuentan su gesta, solo comparable por su repercusión, a la llegada del hombre a la luna.
Esperanza Molina/ Castellón Información
Para un hombre del siglo XXI resulta incomprensible que una pequeña nave, de madera, con medios más que precarios y hace 500 años, en un tiempo en el que el agua y los alimentos se pudrían y el escorbuto mermaba las tripulaciones, pudiera completar una hazaña semejante: dar la vuelta al mundo, por primera vez, en navegación.
Esta es la historia que cuenta la réplica de la Nao Victoria, que durante esta semana estará atracada en el muelle de costa del Puerto de Castellón.
Y esa historia comenzó hace casi casi 500 años. En 1492, el navegante
Cristóbal Colón descubrió la existencia del continente americano, cuando la España de entonces intentaba encontrar una ruta marítima para llegar a las Indias, porque el Mediterráneo resultaba innavegable, dominado por el Imperio Turco e invadido por los piratas Berberiscos.
Aunque la importancia del descubrimiento fue enorme, el problema que había promovido la empresa quedaba sin resolver: cómo llegar a las indias orientales, donde los españoles se proveían de especias y productos exóticos. Portugal lo había resuelto con una ruta que bordeaba el continente Africano. Los españoles, y el resto de Europa buscaban el ‘paso del oeste’, o dicho de otra manera, cómo atravesar aquel continente de este a oeste, para poder llegar a las Indias.
Aunque la historia demostró, no hace tanto tiempo, que solo había una manera de acortar el camino, el Canal de Panamá, en la España de Carlos I aún se confiaba en otras rutas, en poder encontrar una vía, como fue la pretensión del río de la Plata, para llegar de un lado a otro.
En 1519 se formó una expedición, integrada por integrada por 5 barcos: Trinidad (110 toneladas y 55 hombres), San Antonio (120 toneladas y 60 hombres),
Concepción (90 toneladas y 45 hombres), Victoria (85 toneladas y 42 hombres) y Santiago (75 toneladas y 32 hombres). En total, 234 navegantes. Al mando de Magallanes y Juan Sebastián el Cano.
Eran barcos pequeños, de madera. España competía con los portugueses. La comida y el agua se pudrían a los pocos días, la falta de alimentos frescos diezmaba las tripulaciones de las travesías transoceánicas con el escorbuto. Y en el barco convivían hombres, animales, en solo unos metros cuadrados. Las velas de aquellas naos eran cuadradas, no navegaban a rumbo directo y solo avanzaban cuando recogían viento en la popa… Todo era de cuero o madera… y así surcaban
los mares.
La expedición encontró el único paso posible, al sur del continente americano, por el estrecho de Magallanes. Continuó hasta las Indias y regresó de nuevo a la península. Habían dado la vuelta al globo terrestre. Solo sobrevivió la Nao Victoria, y solo regresaron 17 hombres. En aquella larga travesía de 3 años murió también Fernando de Magallanes y el cano tomó el mando de la operación. Era la primera vez que se circunnavegaba el globo terrestre.
Con ocasión de la celebración del quinto centenario del descubrimiento de América, se construyó una réplica exacta de la Nao Victoria. Una embarcación prácticamente idéntica a la original, donde se realizó el experimento de volver a realizar la hazaña que la hizo famosa. Desde entonces, la Nao Victoria realiza diferentes proyectos, viajes, participa en películas, investigaciones, y su objetivo fundamental es promocionar la cultura náutica de un país que dominó la tierra y los mares.
“La gesta de la Nao victoria, comentaba uno de los responsables de la tripulación, solo es comparable a la llegada del hombre a la luna”. Y es que como comentan
quienes han pisado la Nao Victoria, aquellos, los que sobrevivieron, eran unos superhombres. En aquella época no había mapas, ni cartas náuticas. Se navegaba fundamentalmente cuando hacía buen tiempo y era imposible tomar posiciones exactas en alta mar.
Esta mañana, la alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, el presidente de la Autoridad Portuaria, Francisco Toledo, y el nuevo capitán Marítimo de Castellón, José Miguel Manaute, daban la bienvenida a la Nao Victoria al Puerto de Castellón.
La Victoria estará amarrada en el muelle de costa hasta el próximo domingo. Está abierta a la visita de colegios, colectivos y particulares… ¡y merece la pena conocer todos sus secretos!.