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Dr. Juan Ignacio Ricart Codorniu
Más de 20 años de experiencia en Medicina Estética. Licenciado en Medicina y Cirugía. Máster en Medicina Estética, Diplomado en Cirugía Estética. Miembro de diferentes Sociedades Científicas Medico Estéticas (SEME, SECE, SELMQ, etc.) [/callout]
Los tratamientos estéticos más deseados: remodelación de la silueta, lucha contra la flacidez y rejuvenecimiento del rostro
El 22,8 % de la población española ha recurrido en alguna ocasión a un tratamiento de medicina estética. El mercado femenino ocupa alrededor de las tres cuartas partes del mercado total en esta disciplina médica, en comparación con el masculino, pues el 35,5 % de las mujeres se han sometido a algún tratamiento de medicina estética, frente al 11,1 % de los hombres.
Las mujeres españolas recurren a la medicina estética, en primer lugar, para remodelar su silueta, en segundo lugar para luchar contra la flacidez corporal y el tercer tratamiento que con más asiduidad se realiza es el de rejuvenecer el rostro.
Según afirma Juan Ricart, experto en medicina estética y del envejecimiento, “hoy en día no se hacen tratamientos de rejuvenecimiento en la mujer sino que se potencia al máximo su belleza natural”, quien agrega que “conseguir resultados naturales hace que los comentarios sean más positivos y que la gente esté más satisfecha de su belleza”.
El concepto de belleza es ampliamente compartido por la gran mayoría de las personas, ya sea arquitectónica, escultural, gráfica o del cuerpo humano, pues según se define es “la cualidad que evoca en el receptor un alto nivel de atracción”.
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La belleza facial se asocia con tres características complementarias como son: proporción, armonía y juventud, como nombraba ya Santo Tomas de Aquino. Además, a estas tres características se puede añadir la simetría para poder lograr la belleza.
En cuanto a la proporción, hay una proporción ideal para la belleza que es el ratio de Pi, que según continúa Ricart “nos permite dividir el rostro en tres tercios, analizar las proporciones en cada tercio y pautar el tratamiento más conveniente e indicado en cada mujer”.
La armonía nos la concede el ritmo alternativo y la regularidad de los volúmenes y los contornos faciales. La curva en “S” del contorno facial genera emociones positivas en los demás.
La juventud se asocia con energía, fertilidad, estatus social, poder económico, sexualidad y todos esos elementos se reflejan en el aspecto facial mediante la prominencia de los elementos: el labio superior sobre el labio inferior, la ubicación adecuada del vértice de la prominencia del pómulo y volúmenes faciales, lo que define el llamado por los expertos triángulo de la juventud. Todas estas características van unidas a la calidad de la piel, pues el rostro de los jóvenes presenta suavidad, resplandor, tono y elasticidad.
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Actualmente, según continua el médico estético, “debemos preservar la belleza natural mientras realizamos un tratamiento facial”. De esta forma, concluye “debemos recordar a nuestras pacientes que el objetivo no es rellenar arrugas sino explotar al máximo el potencial de la belleza natural propia”.
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Proporción, armonía y juventud; las tres características con las que se asocia la belleza
