Un óptimo descanso es fundamental para disfrutar de una mayor salud y bienestar. En verano, con la llegada de las altas temperaturas, a algunas personas les cuesta un poco más conciliar el sueño. Para ayudarles con esto, te traemos aquí hasta 8 consejos y recomendaciones para dormir mejor en verano.
Las temperaturas veraniegas nos hacen sentir incómodos por las noches. Además, al ser los días más largos, el reloj interno que regula el sueño se puede ver perjudicado. Si no puedes descansar bien por las noches, no te preocupes. Con estas recomendaciones trataremos de que el sueño pueda venir más rápidamente.
Mantener la habitación fresca
Una temperatura adecuada en la habitación es esencial para dormir mejor en verano. Te recomendamos, por ejemplo, que no subas las persianas del dormitorio durante el día o que utilices ventiladores para mantener el aire fresco y en movimiento. Además, puedes colocar en la ropa de cama sábanas de algodón ligero, un tejido más cómodo y fresco. La ropa que uses para dormir también es preferible que sea de tejidos cómodos, ligeros y transpirables.
El sexo
Numerosos estudios han demostrado que la masturbación y el acto sexual liberan endorfinas y ayudan a relajar el cuerpo y la mente. La calma y la satisfacción que se consiguen contribuyen a facilitar el sueño incluso durante las noches de verano. Tanto una acción como otra ofrecen una manera natural y muy placentera de relajarse antes de dormir. Puedes probar, por ejemplo, con los juguetes eróticos de EasyToys para disfrutar más solo o en pareja.
Evitar la cafeína
La cafeína es un estimulante presente en muchas bebidas. Si tienes problemas para conciliar el sueño en verano, lo más recomendable es que evites o reduzcas el consumo de estas bebidas. Hablamos, sobre todo, del café, el té, los refrescos, etc. En su lugar, puedes hidratarte con agua fría, infusiones y otras bebidas refrescantes que no contengan cafeína. Si los niveles de esta sustancia son altos en tu cuerpo, no disfrutarás de la relajación suficiente para poder descansar bien.
Hacer ejercicio
Al igual que el sexo, el ejercicio es una magnífica actividad para liberar endorfinas y regular el ciclo del sueño. Una pequeña caminata, correr un poco o pasear en bicicleta nos permiten despejar la mente y relajarnos. No obstante, debes evitar la práctica de ejercicio intenso poco antes de dormir, ya que esto hará que se incrementen tus niveles de energía y resulte más difícil conciliar el sueño. Lo ideal es hacer ejercicio unas horas antes de acostarte para darle tiempo a tu cuerpo para que se relaje.
Una ducha relajante
Una ducha antes de dormir ayuda a bajar la temperatura corporal y a relajar los músculos para que tu cuerpo esté listo para conciliar el sueño. El agua fresca también estimula la liberación de endorfinas y genera una sensación de bienestar, relajación y tranquilidad. La ducha pausada y relajante justo antes de dormir alivia el estrés acumulado durante el día. No es necesario que sea una ducha larga, sino tan solo de unos minutos.
Cuidar la hidratación
El calor y la humedad del verano no son buenos aliados para el sueño. Es por esto por lo que resulta fundamental mantenerse bien hidratados. Necesitas beber suficiente agua durante el día y, sobre todo, antes de acostarte. Como ya comentamos antes, evita el consumo de bebidas con cafeína y con alcohol. Cuando vayas a dormir, lleva contigo una botella de agua para refrescarte durante la noche si las temperaturas son muy elevadas.
Cenar ligero
Las altas temperaturas tampoco invitan a cenar de forma abundante. Una cena de este tipo lo único que hará será dificultar la digestión y no podrás descansar bien. Te recomendamos que incluyas en tus cenas de verano alimentos frescos y de fácil digestión. Puedes tomar, por ejemplo, una ensalada, unas verduras al vapor o un pescado a la plancha. Evita en lo posible los alimentos grasos, picantes y pesados. Además, procura cenar al menos dos horas antes de acostarte para darle tiempo a tu organismo a que haga la digestión con tranquilidad.
El pijama y la almohada
El pijama y la almohada son dos elementos que debes saber elegir bien para disfrutar de un descanso más placentero en verano. En este sentido, opta por un pijama de algodón o lino, ya que ambos materiales son ligeros y transpirables. El algodón y el lino permiten la circulación del aire y absorben el sudor para que puedas mantenerte más fresco durante la noche.
La almohada, por su parte, debe adaptarse perfectamente a la forma de tu cuello y tu cabeza para que la puedas apoyar bien y descansar mejor. Los materiales más frescos para una almohada en verano son el bambú o el gel, ya que ambos evitan la acumulación de calor.
Estos son, en definitiva, los 8 consejos que te brindamos para que puedas dormir mejor en verano. Si los sigues cada día, es probable que puedas disfrutar de un sueño mucho más reparador y placentero.
