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Compromís va a pedir respuestas y garantías de que los trabajos en la N-232 no afectarán al patrimonio paleontológico. Los paleontólogos que de forma habitual desarrollan su trabajo y conocen la comarca de Els Ports han reclamado un control sobre los restos de dinosaurios que puedan aparecer en las obras de la N-232, en el tramo entre el puente de la Bota y la masía de la Torreta, que anunció el Gobierno recientemente. Los trabajos están valorados en 65 millones de euros. El trazado, de 7,75 kilómetros de longitud, cruza los montes de Vallivana y el puerto de Querol, y se desarrollan por el término municipal de Morella.
El senador Jordi Navarrete, ha indicado que “vamos a preguntar al Ministerio de Fomento si consideran suficiente garantizar la presencia de arqueólogos a pesar de la aparición de restos paleontológicos en la zona, ya que queremos preservar los posibles restos de dinosaurios, algo que no está del todo claro de mantenerse el contrato de la carretera en las actuales condiciones”. Para Navarrete el patrimonio paleontológico de Morella con sus excepcionales hallazgos de los últimos años están situando la localidad en las revistas científicas y entre los destinos culturales de primer orden, por lo que “planteamos saber las medidas correctoras que incluye el proyecto ante los posibles restos, así como conocer qué asesoramiento del mundo científico han buscado en la redacción de esta actuación en la N-232”.
Ante el futuro desarrollo de la A-68, que se debe estar redactando en estos momentos para canalizar la salida de tráfico del norte de España hacia el Este peninsular y las actuaciones por montantes destacados en la antigua N-232, los senadores han preguntado también por la coordinación de las actuaciones para que las inversiones no supongan 'dinero tirado' cuando se ejecute la A-68. Por otro lado Compromís realizará una solicitud de petición de copia del proyecto de mejora de la N232 entre el Pont de la Bota y la Torreta.
De esta manera, los especialistas en restos de dinosaurios advierten que esa zona podría albergar yacimientos destacados. Ya en 1997 se descubrieron decenas de icnitas en Vallivana sobre un terreno calcáreo, en la parte actual de tres carriles de la N-232, uno de los puntos de inicio del nuevo trayecto. Las huellas de terópodos podrían ser del Cretácico Inferior, de hace 135 millones de años. El espacio fue declarado Bien de Interés Cultural por su importancia.
Al parecer, según destaca el mundo científico, las empresas interesadas en ejecutar el proyecto de carretera están reclamando trabajadores arqueólogos para realizar el seguimiento de la obra, por si aparecieran bienes culturales, pero no perfiles de experto en paleontología. El propio proyecto de la carretera, del Ministerio de Fomento, señala en las cláusulas, “se necesita personal técnico cualificado (arqueólogos) y los medios de que dispongan para trabajos de campo: seguimiento del movimiento de tierras, sondeos y excavaciones, y realizar control y seguimiento arqueológico”.
Por último, el doctor en Paleontología, José Miguel Gasulla, ha señalado que sería conveniente el control de restos de dinosaurios porque se intervendrá en puntos de caliza que podrían contener piezas importantes, como las huellas aparecidas de Vallivana, y en zonas muy cercanas se podrían descubrir yacimientos de gran relevancia.
