Miguel Bataller. Ciudadano del Mundo y Jubilado.
En uno de los primeros eventos de la Olimpíada de Río con participación española, tuve un flash visual en un primer plano de una cara que me sonaba conocida, llevando una enorme bandera española con el nombre de Villarreal inscrito en el centro.
Sabía que le había visto e incluso había coincidido con él en alguna ocasión en exposiciones o partidos del equipo amarillo pero de ahí no pude pasar.
Pero la excepción se convirtió en norma, y por visto los dos tenemos las mismas aficiones (yo diría que la misma pasión por el deporte) y han sido muy pocas las retrasmisiones deportivas que yo he presenciado en la Teledeporte o el La 1 donde no haya aparecido este joven pelirrojo y entrecano, rodeado de las mismas personas detrás de la bandera española, como el mejor embajador de España y de la ciudad a la que representa de una manera tan admirable, como el mejor de sus aficionados.
Tanto en tierra, en los partidos de tenis Nadal o Bautista, como en los de baloncesto masculino y femenino, en agua apoyando a nuestras jugadoras de waterpolo e incluso en aire apoyando a Carolina Marín para lograr su medalla de oro, siempre aparecía el nombre de Vila-real y la bandera de España ondeada con orgullo y buen estilo.
Tenía dudas la primera vez que le observé sobre su militancia en Compromís o en el PSOE.
A la segunda ya no me quedó la menor duda, pero quise confirmarlo y pregunté a algunos amigos de Villarreal sobre Javier Serralvo (ni del PP ni del PP para procurar que fueran criterios apolíticos) y en términos generales todos le consideran una persona sensata, funcionario municipal en excedencia desde que ejerce como Concejal del PSOE y que dedica sus vacaciones y ahorros con alguno de sus familiares cada cuatro años para asistir a los Juegos Olímpicos de Verano.
¡Enhorabuena, y a disfrutarlo como usted lo hace!
Ejerce de perfecto Embajador de su ciudad y de su nación y es un ejemplo que deberían de seguir muchos socialistas españoles, que son incapaces de ondear la misma bandera que usted lleva con orgullo, por si con ello pierden unos votos de gente que nunca les va a votar a ellos por muchos ejercicios de equilibrios inestables que pretendan hacer y eso no lo digo yo, sino los resultados electorales.
En estos quince días ha aportado usted con su conducta y ejemplo, muchas más simpatías hacia el socialismo racional español que la inmensa mayoría de las élites actuales de su partido, que se olvidan totalmente de que españoles somos todos, y todos (o al menos la inmensa mayoría) nos sentimos muy orgullosos de serlo y el inolvidable grito de ¡yo soy español… español… español!, que se internacionalizó durante el Mundial de Fútbol De Sudáfrica, hemos vuelto a repetirlo millones de españoles durante estas Olimpiadas de Río, en las que se han conseguido un mínimo de siete medallas de Oro nunca alcanzadas con anterioridad, salvo en las que organizamos en Barcelona, y eso viene a demostrarnos, que del mismo modo que la política es usada por algunos de nuestros líderes como elemento de disgregación y confrontación nacional, el deporte actúa como catalizador y elemento de unión y afecto entre todos nosotros.
Para mi es usted un referente del socialismo moderado, sensato, actual y conciliador como lo son muchos otros socialistas respetuosos con la voluntad popular y que aceptan la alternancia política como fundamento de la democracia.
Tengo amigos y conocidos entre ellos y se distinguirlos.
Sólo espero y deseo que con el paso del tiempo sean ustedes y no sus actuales dirigentes quienes puedan decidir en cuestiones de Estado.
Ustedes son el ejemplo a seguir, ellos el mal ejemplo a desterrar.