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El director del Instituto Oncológico del Hospital Provincial de Castellón, Carlos Ferrer, ha manifestado hoy que el futuro de cáncer de mama es el tratamiento personalizado adaptado a cada paciente, ya que resulta más eficaz, menos tóxico y, por tanto, consigue una mejor calidad de vida.
Con los tratamientos personalizados se mejora la respuesta al tratamiento y, por tanto, se reducen sus efectos adversos, ha reiterado el doctor con motivo del Día Internacional del Cáncer de Mama que hoy se conmemora.
Los tratamientos sistémicos -ha explicado el doctor Ferrer- son cada ver más personalizados puesto que se ajustan a los factores de riesgo clínicos y a la clasificación molecular del cáncer de mama de cada paciente y, en aquellos casos en los que la suma de estos factores no sea suficiente para determinar si un tratamiento va a estar indicado o no, se dispone de las plataformas de diagnóstico molecular.
En este sentido, el doctor Ferrer ha subrayado que el análisis de los genes permite determinar si a una paciente le resultará útil un determinado tratamiento de quimioterapia, ya que los test genéticos permiten discernir en casos dudosos la respuesta prevista en cada paciente. De esta forma, los especialistas pueden seleccionar el tratamiento individualizado para cada paciente.
En cuanto a los tratamientos locales como la radioterapia, actualmente ya se tiene evidencia de que en algunos casos no será necesaria la irradiación de toda la mama tras la cirugía conservadora. "En aquellos casos más favorables, la irradiación del área donde se localizaba el tumor con un margen de 2 centímetros va a ser suficiente y nos permitirá que la paciente reciba la irradiación en menos tiempo y sobre menos tejidos".
"Todos estos cambios nos van a permitir ser mas eficaces y reducir la toxicidad a medio y largo plazo, pues cuando hablamos de cáncer los tratamientos no están exentos de toxicidad y hay que actuar para reducirla" , explica el doctor Ferrer, quien destaca que "en el manejo del cáncer, menos tratamiento es mayor calidad de vida".
Así, los notables progresos alcanzados en la tecnología diagnóstica, los estudios genéticos y la biología molecular junto con los programas de detección precoz constituyen la mejor arma que se puede ofrecer a las pacientes.
