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domingo, 24 de noviembre de 2024 | Última actualización: 20:36

El sistema educativo español aprueba por los pelos

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Mercedes Ventura. Diputada autonómica de Ciudadanos por Castellón.

El martes día 6 de diciembre se hacía público el informe PISA 2016 y todos los medios de comunicación se hacían eco del salto cuantitativo que había dado la escuela española, alejándose por décimas de la mediocridad.

Por primera vez en la historia, España estaba rondando la media de la OCDE, por encima de la media en comprensión lectora, en el mismo promedio en Ciencias y unos puntos por debajo en Matemáticas. Esta radiografía evidenciaba que España había conseguido mejorar después de 15 años decepcionantes.

Pero esta valoración está sesgada por falta de información, porque si comparamos, los datos del último informe donde se refleja que la media del OCDE, observamos que la puntuación ha bajado sustancialmente en las tres áreas y que si comparamos la puntuación de España en el 2012 con el 2015 únicamente, hemos avanzado en comprensión lectora, aumentando dos puntos. Yo me pregunto ¿se debe a que la LOMCE apostó por la competencia lingüística? Deberíamos analizar las causas de las mismas. Pero una cosa sí que está clara y es que hemos aprobado por los pelos porque la OCDE, con su bajada en la media, nos lo ha puesto fácil este año.

No obstante, comparto la alegría del ranking pero siempre que este resultado sirva como factor motivacional que lleve a desarrollar políticas educativas que busquen resultados de excelencia.

Por el contrario, si solo nos alegramos y no ofrecemos medidas de mejora pensando que lo que tenemos es bueno estaremos cayendo en la mediocridad de nuevo y en un caciquismo absoluto. Esta reflexión la quiero llevar a los resultados obtenidos en la Comunitat Valenciana, aún siendo la primera vez que participamos, la puntuación obtenida en ciencias y lectura está por encima de la media española, cosa que no ha pasado en matemáticas.

Haciendo una lectura positiva, la comunidad educativa debe estar satisfecha del avance en estas dos áreas, pero hay mucho trabajo que hacer y el Gobierno tiene que poner medidas para mejorar y optimizar las áreas instrumentales, desarrollar alumnado competente en las diferentes áreas y afianzar la competencia en lenguas extranjeras como garantía del futuro de nuestros jóvenes, para poder competir dentro de un mundo globalizados. De la misma manera, se debe apostar por medidas que contribuyan a reducir el fracaso y abandono escolar. No olvidemos que en nuestra Comunidad, el 32,6 por ciento del alumnado abandona prematuramente sus estudios (ONG Save the Children).

Es decir,  tres de cada diez menores no finalizarán la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Y estos datos son los que miden la calidad educativa de una autonomía. Es decir, la capacidad que tiene una sociedad de ser inclusiva, de facilitar el acceso al estudio a todo el alumnado y de poner mecanismos para evitar el abandono y el fracaso escolar.

Respecto a esto último, ya adelanto que las políticas del Consell se alejan del objetivo de optimizar la calidad educativa, cuando reducen el importe del programa de colaboración para la reducción del abandono escolar (ofrece menos que en 2015), no amplía las ayudas para las medida de atención a la diversidad, elimina la partida presupuestaria para que el alumnado de la ESO puedan tener ayudas para realizar estancias formativas en el extranjero y reduce el importe de estancias en el extranjero para los universitarios. Y qué decir de la partida presupuestaria para que el docente pueda hacer intercambios en el extranjero para mejorar su competencia lingüística: inexistente.

Desde Ciudadanos, hemos querido enmendar el presupuesto con estas medidas que consideramos esenciales. Medidas dirigidas a optimizar la competencia de nuestro alumnado y docente, a promover una escuela inclusiva y, en definitiva, medidas que garanticen una educación de calidad pensada para todos.