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La Concejalía de Sostenibilidad del Ayuntamiento de Castellón, liderada por la edil Sara Usó, ha instalado un vallado de manera con carácter temporal para separar la zona dunar de la playa del Serradal del paseo marítimo. Usó ha explicado que esta medida servirá para "evitar que la gente atraviese la zona dunar por los huecos que hay en el seto del paseo marítimo y que utilicen los pasos habilitados, los cuales están delimitados por pasillos de cuerdas y postes de madera". Además, según la concejala, el objetivo es proteger el Chorlitejo Patinegro i su hábitat de dunas litorales.
De este modo, se han instalado 132 metros de vallado de madera en varios tramos. Así, en cada tramo se ha colocado un cartel que indica la prohibición de atravesar la zona y dirige a los visitantes a los pasos oficiales. Además, en estos pasos también se han instalado señales para que puedan ser más visibles.
El consistorio ha solicitado a la Conselleria de Medio Ambiente que declare la zona de protección dunar de la playa del Serradal como Micro Reserva de Flora, como figura de protección de las especies de flora de este entorno y como hábitat del Chorlitejo Patinegro. En estos momentos, el borrador de la solicitud está aprobado y se está esperando que la declaración oficial aparezca en el DOGV.
Por otro lado, está previsto instalar en breve tres paneles informativos sobre la zona dunar y el Chorlitejo. Asimismo, esta ave de pequeño tamaño y de patas relativamente largas se concentra sobre todo en el litoral mediterráneo, donde cría principalmente en las playas, siendo actualmente las playas del municipio de Castellón el principal reducto para la especie en la provincia, con 4 de cada 10 nidos encontrados en 2015.
El uso intensivo que se hace de las playas ha llevado a esta especie a disminuir su población en cerca de un 90% en la provincia de Castellón, estando calificada como "vulnerable" en el Catálogo Valenciano de Especies Amenazadas.
El período más sensible para los chorlitejos es la época de cría, de marzo a mitad de julio, en ese momento, y por el tránsito de la gente por las dunas, muchos nidos resultan destruidos o abandonados al asustarse las aves. También la presencia de perros sueltos en estas zonas, pese a estar prohibido, tiene consecuencias fatales para nidos y aves.