Sánchez afirma, que propondrá que los militantes tengan voto directo en las decisiones de Gobierno
Esperanza Molina /Castellón Información
El candidato a las primarias del Partido Socialista, Pedro Sánchez, logró reunir a más de medio millar de personas en Castellón.
Llegó con algo de retraso. La sala donde se iba a celebrar el acto, el centro cultural la Bohemia, ya tenía copadas todas las sillas dos horas antes, y estaba a rebosar de militantes y prensa. De hecho, se superó el aforo, no todos pudieron entrar, por lo que hubo gente que tuvo que esperar en la calle a verlo llegar y verlo salir.
El ‘guapo del PSOE’ que desatara pasiones en Castellón cuando estaba en lo más alto de su poder, volvió a contar con un apoyo ‘carismático’. Logró reunir no solo a muchos afiliados de Castellón, sino también de otros lugares de la Comunitat Vaenciana, que montaron pancartas para darle su apoyo.
Eso sí, la edad media del público se acercaba y sobrepasaba más los 60 que los 50, el sector joven (menos de 30) estaba en minoría, y la única bandera autonómica que ondeó en alguna ocasión fue la de la Comunidad Autónoma de Castilla la Mancha.
Iba acompañado de sus fieles, Odón Elorza Zaida Cantera, Rocío Ibañez y Pep Lluis Grau, referentes de la plataforma ‘Militantes en pie’, integrada por quienes salvaguardan la figura de Pedro Sánchez y se oponen tajantemente a la gestora del PSOE y a sus pactos de Gobierno con el PP.
Tan importantes fueron las presencias como las ausencias. Entre el público, las ‘glorias’ del PSOE en sus mejores tiempos, Daniel Gozalbo, Merche Prat, Isabel Escudero, Enrique Navarro, Susana Ros…
¿Los ausentes?, por lo menos la otra mitad del PSOE de Castellón, y políticos socialistas en puestos de mando de Castellón o Valencia.
Aunque estuvo acompañado por algún ex eurodiputado o diputada actual del PSOE… no se dejaron ver los cargos más representativos de su partido en la Comunitat Valenciana… quizá porque las fotos juegan malas pasadas, o porque la prudencia es fundamental para quienes no tienen claro cómo va a acabar esta lucha interna dentro del Partido Socialista Obrero Español.
Pero la imagen era tierna, mucho, sobre todo para los nostálgicos, para los mayores, para aquellos que, al cabo de los años siguen abonados a su PSOE de toda la vida, el de antes del 79. Muchos, mucha, mucha gente mayor… matrimonios cogidos del brazo para participar del momento, un señor que llevaba bajo el brazo varios ejemplares de ‘El socialista’ de 1965, editado en París… o quienes buscaban sillas donde las hubiere, sobre todo para sentar a ‘sus señoras’ mientras esperaban pacientemente la llegada de Sánchez.
Y Sánchez apareció. Iluminado por las cámaras de televisión y prensa, su cabecita fue circulando por la sala, desde la puerta hasta el escenario. Abrazos, besos, manos estrechadas, gritos de “No es no” arropaban a Sánchez, que sintió, sin lugar a duda, el calor de su público. Quizá no de todos los militantes de su Partido Socialista, pero sí de los suyos.
En los discursos, Pep Grau, el exsenador de Castellón actuó como presentador y conductor del acto.
Primero, la política local, la representante de Altura, Rocío Ibáñez. Luego, la exmilitar Zaida Cantera… y ya, con el ambiente caldeado, Odón Elorza, que supo meterse, como nadie, a la gente en el bolsillo.
Hablaron de un PSOE que no se olvida, de un PSOE fuerte, de un PSOE de Izquierdas. Pero también, como dijo Odón Elorza, de un PSOE que se encuentra en pleno momento de renovación, “porque se han hecho las cosas mal”.
Ni una palabra, ni una mención a otros candidatos como Patxi López, y mucho menos a la presidenta de la Comunidad Andaluza Susana Díaz. Ninguno quiso que otros aprovecharan el momento para hacerse publicidad a su costa, aunque, en algún momento, Sánchez sí que rozó la posibilidad.
El mensaje más repetido, que el PSOE está para frenar el PP, para desmontar al PP, para derribar al PP del puesto que Ahora ocupa.
No faltaron apelativos nada cariñosos a Rajoy y a los miembros del Partido Popular. De hecho, estas menciones eran las que más aplausos arrancaban.
Igualdad de género en el discurso de Odón Elorza, en aquello de “los militantes y las mili…tantas…”(que cada uno lo interprete como quiera)
“No estamos solos”, le dijo Olorza a su líder, “nadie pensaba que esta plataforma seguiría adelante, que estaríamos aquí.
Y es que, como indicó después, Pedro Sánchez, “socialismo es todo menos resignación”
Y fue al principio de su intervención, cuando Pedro mencionó a Sevilla, no a su ‘reina’, para explicar por qué había presentado su candidatura allí… (Entre el público, comentarios jocosos…)
Pero Sánchez cambió el rumbo después de su ‘aviso a navegantes’.
Comparó la situación del PSOE de ahora con la de 1979, cuando el Partido adoptó la decisión de abandonar el marxismo, “y después ganó las elecciones”.
Entre sus mensajes más contundentes, algunas perlas como la promesa de incluir en los estatutos del PSOE la obligación de que todos los acuerdos de Gobierno tengan que ser votados por sus militantes. La promesa de lograr un PSOE autónomo, libre de injerencias externas. Y mensaje también para los socialista catalanes, que recuperarán su influencia con él en el PSOE nacional, porque, afirmó, “es un error que se debiliten los lazos entre el PSOE y el Partido Socialista de Cataluña. Nadie tiene derecho a arrebatarles su voto. Los compañeros catalanes van a recuperar sus derechos”.
Pedro Sánchez esbozó los principios de su candidatura en diez apartados en los que se refirió a un PSOE de Izquierdas, progresista, plural y decidido a recuperar a la gente joven.
Pero cerró su discurso con una llamada al diálogo y a la prudencia, a la unidad del Partido Socialista y sus militantes, a sembrar de diálogo estas primarias.
Tras los aplausos, se entonó el himno de ‘la internacional’ socialista. ¡Qué más podían haber deseado aquellos militantes que acudían a ver a Sánchez! Algunos, hasta con lágrimas en los ojos, levantaron el puño y cantaron.
Y se acabó. La salida de Sánchez fue casi angustiosa. “¡Pedro!” “¡Pedro!”, gritaban los militantes que querían hacerse una fotografía con él. Abrazos, besos, palmaditas… y medios de comunicación en busca de una declaración, un corte de voz para sus informativos.
La gente se agolpó en la puerta. Los de dentro no podían salir, los de fuera no estaban dispuestos a perder su momento de ver a Sánchez… Empujones, protestas, algún comentario fuera de tono… daba la impresión de que el líder de ‘Militantes en pie’ transitaba en una masa compacta que, a duras penas podía moverse hacia la salida.
En la calle, nuevos gritos, aplausos, llamadas…fotografías, medios de comunicación, mientras agentes de la Policía Local y Nacional contemplaban a cierta distancia la situación.
“Me han empujado”, les decía una señora que poco antes había estado en el interior de la sala… “¿Es que no van a hacer nada? ¿No van a poner un poco de orden?” Les preguntó.
“Señora, le respondieron los agentes, esto es un acto privado. Nosotros estamos aquí para vigilar el tráfico”.