José Antonio Rodríguez. Asesor Fiscal.
El AVE entre Valencia y Madrid está de enhorabuena, pues son innumerables los eventos que provocan que en muchas de las frecuencias se duplique el número de vagones, lo que implica viajes de menos de dos horas con más de setecientos pasajeros. Sin ir más lejos, este viernes más de una frecuencia se ha duplicado, pues hay tres acontecimientos en Madrid de suma importancia.
Por una parte, el congreso del PP, al que acuden todos los que son y que quieren continuar estando.
Comparto vagón con el Delegado del Gobierno en la Comunitat y en el control de equipajes se ha visto a muchísimos populares que, por cierto, tienen poco que debatir este fin de semana, ya que el acuerdo previo para votar en conciencia sobre temas que afectan a la ética y principios morales de los diputados de toda índole o senadores es un bálsamo en temas en los que hay opiniones diversas en el partido, la más reciente la de la maternidad subrogada, conocida popularmente como vientres de alquiler.
A ello habrá que añadir la incompatibilidad de cargos, centrados en la figura de la señora Cospedal y poco más, el resto loas en torno a que somos los mejores, que estamos consiguiendo algo que ya quisieran muchos en Europa, haber aguantado y generado una situación de relativa tranquilidad, en la que hay que negociar todos los días, pero que ha frenado los populismos, en nuestro caso de extrema izquierda, pero que fuerza a posiciones impensables hace años, como la libertad de voto o poner los primeros encima de la mesa la posibilidad de pagar por la gestación.
El segundo acontecimiento es el congreso de Podemos, el Vistalegre II, que dará sin lugar a dudas el mando absoluto a Iglesias en detrimento de la posición ideológica mucho más participativa, centrada en la realidad española de Errejón quien, por otra parte y de un modo hábil, no ha recogido el dardo envenenado de Iglesias sobre la renuncia al escaño de diputado en caso de perder su programa.
Elecciones complicadas y con trampa, para eso son profesores de políticas, casi como en Eurovisión el primero que vota cada afiliado se lleva más votos que el segundo y así sucesivamente; probablemente la más fácil de las elecciones sea la de secretario general del partido, en donde el primer diputado de Podemos con corbata, el andaluz Juan Carlos Moreno Yagüe, ha sorprendido y retado a Iglesias, ojalá tenga suerte.
Pero el gran acontecimiento que provoca saturación de trenes y movimiento de fans incondicionales es el primer concierto como tal de Isabel Pantoja desde que fue declarada ciudadana libre, una vez cumplida la pena que le impuso la Justicia.
Preparado hábilmente con un disco nuevo, con un previo y con una entrevista con dos canciones y banda sinfónica en directo en horario de máxima audiencia, es cierto que este no será igual al que la viuda de España ofreció con presencia de la Reina Doña Sofía; muchas cosas han cambiado, distintos los motivos, pero no duden que pasado el fin de semana se va a hablar mucho más de este concierto, de quien estuvo, de cómo estuvo, que de los dos congresos del PP y Podemos, que acapararan los telediarios, pero poco más.
