David García. Alcalde de Nules.
A finales de febrero tuvo lugar la III Cumbre de Alcaldes de la Diputación de Castellón en la que pude intervenir e hice llegar al Presidente de la Diputación una serie de propuestas e inquietudes.
Nos dirigimos a Moliner para apoyar todas las reivindicaciones que la Diputación se marca para exigir al Estado y la Generalitat "por ser positivas para la provincia" pero lamentamos que en estas reivindicaciones no haya estado ninguna relacionada con el sector citrícola después de la última y desastrosa campaña que ha dañado muy gravemente al sector. Afeamos a Moliner a que apoye medidas para el sector, pues son miles los puestos directos e indirectos que dependen del mismo, y muy especialmente la denominación de origen para la clemenules para poder competir en calidad con otros mercados.
El agricultor se encuentra desamparado y ya son muchas las personas que plantean como opción el abandono de los campos al no encontrar rentabilidad y apoyando las reivindicaciones o por ejemplo no apoyando en Europa convenio con Sudáfrica para que entren naranja libre de aranceles e impuestos como hicieron eurodiputados del PP votando a favor del convenio que tanto perjudica nuestros intereses.
Criticamos la opacidad que envuelve los convenios singulares de los presupuestos de la Diputación por los cuales se destina un porcentaje (mayor del 75%) muy elevado de los convenios singulares para ayuntamientos gobernados por el PP en clara discriminación para tantos otros, desconociendo los motivos, y dando la espalda por ende a una mayoría muy amplia de los ciudadanos de la provincia.
Preguntamos por los criterios que se siguen para elegir con qué municipios se firman convenios singulares y porque se rechazan otros. Lamentamos que esta cuestión, reiterada en diversas ocasiones, no se respondiese con claridad y se dieran evasivas.
Por ello volvemos a abogar por suprimir esta figura y destinar la ‘’cantidad de la arbitrariedad y el amiguismo político’’ al Plan Castellón 135 que si tiene unas bases objetivas y al que pueden acceder todos los municipios de la provincia en igualdad de condiciones.
También en el capítulo 2 del presupuesto de la Diputación para el 2017 se destina bastante más de un millón de euros a mantener el Castillo de Peñiscola (siendo el Alcalde de Peñiscola el Vicepresidente de la Diputación) no destinando ni un solo céntimo a otros castillos o enclaves turísticos de la provincia.
Reafirmo un contundente rechazo a la existencia y permanencia de las Diputaciones, siendo un ente que por circunstancias obvias hoy se muestra innecesario y que representa un gasto en estructura política que merma la inversión en infraestructuras necesarias.