Domingo Vicent. Portavoz de Ciutadans en el Ayuntamiento de Vila-real.
En las últimas semanas se ha dilucidado más que nunca dos formas muy distintas de hacer y entender la política. Y no, que no les engañen no es tanto una cuestión de nueva o vieja, sino más bien de trabajo y apariencia. En Ciudadanos estamos más por lo primero que por lo segundo. Tenemos claro que hay que devolverles la confianza a aquellos que han puesto su vida en nuestras manos y, para ello, no se nos ocurre otra forma que la de trabajar seriamente desde el puesto que nos han designado los españoles, las instituciones.
Queremos hacer política, pero política útil y no a cualquier precio. Gracias a Cs tendremos los primeros presupuestos sin recortes desde hace años, podremos tener inversiones, entre ellas el Corredor Mediterráneo y, lo más importante, contaremos con un plan de choque para luchar contra el paro y la precariedad laboral. Todo ello, sin olvidar que, como todo en la vida, son unas cuentas mejorables, especialmente, para los intereses de los valencianos y valencianas.
Asimismo gracias a Cs, se está poniendo freno a la vergüenza de la ‘corruPPción’. Eliminar los indultos y aforamientos, reformar la Fiscalía e impulsar una comisión para la investigación de la financiación irregular del PP, son sólo algunas de las medidas que hemos conseguido trabajando sin descanso.
Otros, sin embargo están más por la apariencia, sin acordarse de que al final no todo es oro lo que reluce. Los circos, la pataleta y el cacareo está bien para llenar minutos televisivos, pero de poco sirve para mejorar el día a día de los españoles. Hacer mociones de censura sin programa, montar pollos, o ir de excursiones en ‘Tramabús’ no resuelven los problemas cuotidianos. Mucho ruido y pocas nueces.
El mismo ruido al que nos tienen acostumbrados en Vila-real, PSOE y Compromís a golpe de comunicación y propaganda. Ya saben, no hay nada como el postureo.
