Miguel Prim Tomás. Ex Parlamentario Nacional.
Siguiendo el hilo de mi anterior artículo, que titulaba ‘primavera turbulenta, exponía mi opinión sobre las primarias del PSOE y finalizaba ese apartado con un comentario hacia la persona de Pedro Sánchez, y ojala que el resultado obtenido, que fue volver a ocupar el cargo de Secretario General del PSOE, corrija los errores cometidos anteriormente y que así lo entendió la Comisión Gestora y de ahí su destitución en el pasado mes de octubre.
Bastantes días para que lo escrito y hecho por diversos sectores del PSOE haya servido para que el ganador de las primarias se dé más que perfecta cuenta que en estos momentos en España hace falta diálogo, sosiego, y sobre todo pensar que el ‘acto de unión’, hecho en Junio de 1977, sirva como ejemplo claro de que en política y en la democracia hay que guardar los odios y las rencillas para ser olvidados y aparcados. Uno de los varones del PSOE ha dicho con mucha oportunidad y tino que "a partir de ahora, humildad y generosidad".
No se puede agitar una bandera contra la corrupción tachando a un Partido de corrupto. Ya dije en mi anterior escrito: corrupción hay en los partidos que han gobernado o gobiernan, pero son casos aislados de lo que no debe pasar en una democracia.
Estamos en un país en donde hace 40 años que se celebraron las primeras elecciones y aprobada una Constitución que está vigente. Cada partido político tiene su forma de enfocar las soluciones para que la ciudadanía les otorgue su confianza. Pero no es de recibo el insulto ni los malos modos a la hora de los planteamientos.
Por ese motivo, estamos ante un momento de la historia de nuestra democracia en lo que hace falta es pensar en lo importante que es España, su unidad y su progreso. Ya han visto un partido como Podemos que alienta el referéndum catalán y secesionismo acudiendo a una charla en el Ayuntamiento de Madrid dada por el President Puigdemont.
Desde esta tribuna siempre he defendido y defenderé que las actitudes radicales son nocivas para nuestra democracia. Y es que la moción de censura contra el PP es por lo menos intempestiva. Partidos antisistema no van a arreglar nada puesto que van en contra de las leyes dictadas hace 40 años.
PP, PSOE, Ciudadanos, y otros menores pero moderados, entonan otro dial, pero en este momento la defensa de España debe de tener unos objetivos coincidentes. La llamada telefónica de Sánchez a Rajoy apoyando la legalidad y la Constitución es todo un síntoma de buena voluntad. Y a la hora de la verdad son los ciudadanos los que votan. Lo demás es meter ‘leña al fuego’ y eso es lo sobra en estos momentos. ¿Está claro?