Luciano Ferrer Pons. Vicepresidente Provincial Gestora VOX Castellón.
A las cuantiosas víctimas de la LOGSE les advertiremos que La Historia del doctor Fausto es una leyenda alemana fundada en la vida del teólogo y nigromante Johan Georg Faust, Faustus ‘el Feliz’, que alcanzó la plaza de director de la escuela de Keuznach en1507, pues estaba vacante. Pero duró poco tiempo al tener que huir cuando saltó a la luz su abuso infame de los muchachos que tenía confiados para su educación.
Falleció en 1541 y ya en 1587 se publicaba un libro anónimo donde se relata el pacto de Fausto con el demonio Mefistófeles, cuyo nombre significa “aquel que no ama la luz”, poseedor de una mente fría, racional y con un alto nivel de lógica que emplea para seducir y que tiene el éxito de conseguir que Dios no sea el centro del actuar humano sino Satanás, pero con el fracaso implícito de que tampoco el diablo es adorado en el mundo por la incredulidad que se deriva de la inexistencia de Dios: si Dios no existe, Satanás tampoco.
Es el pacto de Fausto un contrato libre y voluntario que suscribe con el demonio, un contrato donde vende su alma a Satanás para toda la eternidad a cambio de disfrutar de todas las riquezas, sabiduría y placeres mundanos; un contrato donde suscribe y acepta sin coacción su condena eterna deslumbrado por el poder que se le ofrece.
Cristopher Marlowe recogió y teatralizó esta leyenda, pero quizá la versión más conocida sea la del francmasón e iluminado de Baviera Johann Wolfgang von Goethe, romántico que desvela en sus obras la frustración del amor pasional no correspondido. Su condición de masón le facilitó gozar de múltiples relaciones con la alta sociedad y disfrutar de la fama, prestigio, honores y cargos, así como otros placeres mundanos.
También por masón es que le sea atribuido que redactara su obra Fausto, cuya primera versión se publicó en 1808, año en que casó con Christiane Vulpius, con quien vivía amancebado desde 1788 y que le había dado un hijo en 1789 siendo ella todavía una jovencita. La vida de Goethe parece reflejarse en su versión final de su gran poema coral, Fausto, publicado póstumamente el mismo año de su fallecimiento en 1832. En ésta obra se representa cómo la grandeza intelectual y la sed omnímoda de saber pueden, sin embargo, engendrar la miseria moral y espiritual.
Precisamente fruto de su arrepentimiento final, quizá viendo próxima su muerte, Goethe varía el final clásico de la leyenda, donde Fausto resta en el infierno por toda la eternidad, haciendo que una legión de ángeles acudan al rescate de Fausto y lo lleven al cielo, pues aquí Fausto demuestra que no desciende al infierno fruto del pacto firmado por ofrecerse como víctima sustitutoria para la salvación del alma de su amada Margarita, la cual había sido inducida por él a la comisión del infanticidio de su propio hijo fruto de un embarazo indeseado.
En estos días hemos tenido constancia que el PP fue invitado a asistir y asistió a los fastos celebrados con motivo del World Pride 2017 como consecuencia de la firma del pacto, la suscripción libre y voluntaria que hizo la ejecutiva nacional del PP del documento de compromiso en favor de lo que denominan, pervirtiendo el lenguaje, Ley de la Diversidad que les presentaron los organizadores de tan fastuoso evento. Y allá que fueron Cifuentes, Maroto, Levi, para dejar constancia y hacerse la foto.
Como Fausto firmó su pacto, su contrato o compromiso, el PP acaba de realizar lo mismo. Acabamos de conocerlo gracias a la noticia publicada por el diario digital ‘El Español’. Fausto lo firmó por su ansia de conocimiento y sabiduría, el PP por algo más mundano: por mantenerse en los cargos y en sus poltronas vendiendo la sociedad española a los intereses de un colectivo que solicita prebendas respecto del común de los mortales, los españolitos de a pie. Todo por un puñado de votos.
Se comprometen a promulgar privilegios que incluyen desde la censura punible a quien no milite en su ideología (sanciones penales a quien no piense como ellos; dicen que hay que pensar y opinar, quema de libros incluida) hasta modificaciones que afectan a la Salud Pública, la libertad de educación o actuaciones policiales. El proyecto de Ley fue presentado por Unidos Podemos el pasado mes de mayo y será debatido, previsiblemente, en septiembre.
No se trata, como publicitan, de ser aceptados socialmente y reconocidos sus derechos, pues ya lo están. Cualquiera en su sano juicio comprende, acepta y entiende que cada cual haga lo que quiera, mientras respete a los demás, pero resulta difícil aceptar que, por dar gusto a los líderes de ciertos colectivos, los derechos de la mayoría se encuentren mermados, con el agravante de que encima paguemos con nuestros impuestos los gastos que originará.
Entendámoslo bien, la antigua Roma ya conocía el ‘divide y vencerás’, se trata de aprovechar cualquier situación para generar desunión y crispación social (¿recuerdan a ZP?), usar como carne de cañón personas dignas como cualquier otra haciéndoles creer, incluso, que la ciencia (la lógica y la razón) están equivocadas y que por medio de la tecnología pueden sublevarse, subvertir la naturaleza. Gran error y gran engaño. La Verdad siempre acaba reluciendo aunque, para entonces, pueda resultar tarde.
Mas el PP esperará, como en el Fausto de Goethe, ser salvado al final por la legión angélica de quienes aún creen en el concepto de que ‘o el PP o la nada’, de que continúe funcionando su táctica de levantar miedo en esa disyuntiva que ellos mismos favorecen ya que sus fines últimos son coincidentes. Ya ven, el PP también se encuentra instaurado en la nada, es el lobo con piel de cordero, con distintos discursos según sople el viento.
Frente a esa nada apareció VOX, para amparar y acoger a los huérfanos de opción política y, por más que la nada intente acallarlo haciéndolo desaparecer de los medios de comunicación serviles a ella. VOX siempre estará ahí, diciendo la verdad, con claridad, mientras existan medios independientes como éste, medios que crean en la igualdad y la libertad haciéndose eco de todas las opiniones.
Estamos en verano, una ocasión propicia para disfrutar de la lectura. Aprovéchenlo ya que para tener criterio se precisa formación e información, siempre veraces y nunca sesgadas. Permítanme recomendarles dos libros de dos afiliados a VOX, 'Hay un camino a la derech' de Santiago Abascal (editorial Stella Maris) y “Cuando nos prohibieron ser mujeres... y os persiguieron por ser hombres” de Alicia V. Rubio (disponible en Amazon). Aprovechen antes que los quemen con el beneplácito de todos los grupos políticos con representación parlamentaria en España, PP incluido.
