Miguel Bataller. Ciudadano del Mundo y Jubilado.
Nunca ha representado para mi ningún problema rectificar sobre decisiones o apreciaciones anteriores, si se me ha demostrado que me había equivocado al emitir una opinión.
Y en este caso, debo reconocer que los hechos y la experiencia vivida durante los tres últimos meses, vienen a demostrar que cuando escribí mi columna ‘La carretera del puerto…y algo más’, con fecha del 28 de marzo del presente año, no supe evaluar convenientemente el sentido común de la ciudadanía de Burriana en el uso del vial modificado, que ha pasado de ser una carretera a una avenida local, en la que la gente suele prescindir de las prisas que sentíamos antes de los cambios llevados a cabo.
En tres meses y afortunadamente para todos los frecuentes usuarios de esa Avenida, no se ha producido ni un solo incidente reseñable y todo el mundo suele comportarse con un civismo ejemplar en términos generales.
Se dispone de los accesos adecuados para poder incorporarse a las empresas ubicadas en los laterales de la Avenida con relativa facilidad, y se hace un uso sensato tanto del carril bici como de la zona de paseo peatonal, aunque a veces hay esos casos excepcionales que circulan en bici por la zona dedicada a los coches, pero eso siempre será inevitable.
No he querido esperar al Arenal Sound para escribir esta columna de disculpa, porque la situación en esta semana no puede considerarse normal al ser un acontecimiento excepcional que solo se lleva a cabo, menos de una semana al año y cualquier complicación de tráfico que pueda presentarse deberá de ser aceptada, como una consecuencia de esa excepcionalidad por lo que he preferido adelantarme a esa eventualidad, que en nada hará cambiar mi punto de vista personal, visto lo visto hasta hoy.
No me duelen prendas al reconocer que esta obra pública, ha sido el mayor acierto urbano de nuestro Gobierno Local en los dos últimos años al haber conseguido unir la ciudad con el puerto mediante una Avenida que antes siempre era una carretera local y ahora la hemos convertido para la gente joven y de mediana edad en algo parecido a una guerra declarada al colesterol y una fuente de salud y deporte suave y saludable, con los mínimos riesgos posibles.
Esos bancos puestos en la zona peatonal, también ayudan y animan a los menos jóvenes a intentar quemar energías y hacer un ejercicio saludable cuando el clima lo permite.
Soy un frecuente usuario, porque aunque para mi no es el itinerario mas corto entre mi residencia invernal y la estival, si es cierto que en ella me detengo muy frecuentemente en Frutas Sanahuja, el mejor depósito de frutas y vitaminas de nuestra ciudad para cargar melones, naranjas y todo tipo de frutas de verano que allí se comercializan, porque tanto Aurelia como Asun son la amabilidad personificada y nos dispensan a los clientes habituales un trato insuperable y en cierto modo esta es mi manera de corresponderles a sus atenciones y buen hacer profesional.
A nadie le amarga un dulce y es de ser bien nacidos ser agradecidos.
Esta semana he querido pasar de mis habituales críticas a la clase política y a sus errores y decisiones equivocadas empezando por reconocer también los míos.
Hasta la semana que viene…. si Dios quiere y no sucumbimos víctimas de las multitudes que vamos a recibir en el Arenal Sound cuyo análisis del ejercicio 2017 desde el punto de vista cívico y artístico lo dejaré para otra semana, si me siento con capacidad para evaluar a los grupos musicales que van a amenizar mis noches de insomnio lo quiera yo o no lo quiera.
Hasta la semana que viene queridos lectores.
