Jorge Fuentes. Embajador de España.
El Presidente Rajoy ha repetido varias y contundentes veces que mientras él lidere el gobierno de España, ni se celebrará un referéndum separatista en Cataluña, ni esta autonomía se independizará del resto del país.
Siempre he creído y confiado en que ni mi generación ni la siguiente, verá la ruptura de España. Aunque, eso sí, los líderes catalanes, por diversas razones -deseo de encubrir mil trampas operadas por gobiernos sucesivos, ambición de los líderes de mandar sin tener que rendir cuentas, desprecio hacia el resto de España construido desde una educación mezquina y falsa, ideación de un patriotismo localista y paleto- continuarán dando la tabarra hasta que consigan algún paso adelante en pos de su objetivo o hasta que se recupere algún equilibrio con el gobierno central. Si es que algún día tal equilibrio se produce.
En las últimas jornadas los medios informativos han divulgado unas declaraciones de Rajoy respecto a la central nuclear de Garoña. Decía también Rajoy que mientras él fuera presidente, tal central no sería clausurada. Con parecida firmeza y determinación a la que desplegó respecto al referéndum catalán. Pero Garoña se va a clausurar.
Bien es cierto que las declaraciones respecto a la central datan de cuando el PP gobernaba con mayoría absoluta y ahora la ha perdido. Pero tal pérdida afecta también al referéndum y, por añadidura, aun creyendo que mientras gobierne el PP, Cataluña no irá a la secesión, cabe la duda de qué ocurrirá una vez los populares salgan del gobierno y acceda a él un PSOE debilitado o, aún más, un Frente Popular en el que Podemos lleve la voz cantante.
El panorama no se presenta muy esperanzador y es altamente deplorable que así sea. España está recuperando fuerza y prestigio en Europa y en el mundo, nuestra economía progresa, los índices de paro han bajado desde el 24 al 17% y siguen bajando, el PIB, con un crecimiento del 3,1% es de los más pujantes en el UE.
Hay muchas objeciones que poner a ese panorama optimista y la oposición bien que se esfuerza por airearlas: que los nuevos empleos son temporales y precarios, que sigue habiendo mucha pobreza en España, que nuestra estructura económica es imperfecta al dejar en la cuneta a un porcentaje demasiado elevado de la población, que la mitad de la juventud ni tiene trabajo ni posibilidad de emanciparse etc.
Todo ello puede ser parcialmente cierto, pero no debemos olvidar que con los gobiernos socialistas la pobreza del país creció alarmantemente y que el actual gobierno recibió la peor de las herencias posibles en la reciente historia de España.
No me cabe duda de que los destrozos de Zapatero quedarían empequeñecidos si se tienen que comparar un día con los que se produzcan si los proyectos económicos del Frente Popular llegaran a aplicarse. Esta no es una afirmación hecha en el vacío. Hay multitud de pruebas en la reciente historia de Europa y de otras regiones del mundo que lo prueban fehacientemente.