El movimiento asociativo exige el cumplimiento de la ley y apuesta por un sistema de infracciones y sanciones que los garantice
Castellón Información
Basta con darse una vuelta por el centro de Castellón o por algunos barrios para comprobar que todavía persisten multitud de barreras que suelen ser invisibles para muchos ciudadanos. Escalones, obras que empujan a los peatones al asfalto y rampas con una pendiente muy acentuada se convierten en obstáculos insalvables para las personas con movilidad reducida. Incluso sacar dinero de un cajero puede resultar complicado como tocar las nubes para quien va en una silla de ruedas. Frater ha salido hoy a la calle para revindicar el cumplimiento de todos los artículos de la Ley General de los Derechos de las Personas con Discapacidad y de su inclusión social, en el marco del Día Internacional y Europeo de las personas con discapacidad que se conmemora el próximo 3 de diciembre.
'Por un futuro para todas las personas' es el título del manifiesto de las personas con discapacidad física y orgánica que se ha leído hoy en la Plaza de las Aulas de Castellón y con el que COCEMFE y Frater, quieren comunicar públicamente sus propuestas para acabar con la vulneración de derechos, libertades e igualdad de oportunidades de este grupo social. El plazo legal que marca la ley para que todo sea accesible finaliza el 4 de diciembre de 2017, por lo que Frater hace un llamamiento a la responsabilidad que en este sentido tienen las administraciones públicas, empresas, prestadores de servicios, medios de transporte y medios de comunicación.
“La mitad de los establecimientos comerciales del centro de Castellón no son accesibles hoy en día”, se lamenta Ximo Nebot, director del Maset de Frater. La accesibilidad a algunos edificios públicos también es una asignatura pendiente. “Para acceder al Instituto Valenciano de Administración Tributaria nos tienen que poner una pasarela para acceder por una puerta lateral, en la suincluso en algunos edificios emblemáticos del centro de la ciudad es necesario pasar por la cocina para poder llegar a la primera planta con la silla de ruedas, son situaciones que limitan nuestra autonomía personal porque nos obligan a pedir ayuda”, recuerda la expresidenta de Frater España, Rosa Gual. Incluso en edificios que se han remodelado hace poco persisten las limitaciones. “Si en el edificio del Menador se estropean los elevadores que hay en la entrada, tendremos serios problemas para poder acceder a su interior, como cualquier otro ciudadano, cuando hubiera sido muy fácil no depender de nadie para que nos ponga en marcha esta plataforma e incluir una rampa en el diseño, pero falta sensibilidad”, reitera Nebot.
Según recoge el manifiesto respaldado por las principales entidades sociales de la provincia, “la falta de unas políticas sociales verdaderamente comprometidas con los problemas de las personas, el incumplimiento crónico de la normativa sobre discapacidad y la ausencia de un sistema eficaz de infracciones y sanciones” motivan el “déficit estructural” que impide “la participación en todas las actividades y facetas de la vida” de las personas con discapacidad.
“Para la gente que vamos en sillas de ruedas, cuando nos encontramos una calle que está en obras, no tenemos otra alternativa que dar un rodeo o ir por medio del asfalto esquivando coches -reitera Nebot- incluso, en ocasiones, nos vemos obligados a utilizar las rampas de los carriles bici porque están mejor que las rampas, seguimos siendo ciudadanos de segunda".
Sanciones y regulación del baremo de valoración
Frater se suma a la reivindicación que plantea la puesta en marcha de un sistema de infracciones y sanciones que sea verdaderamente eficaz y disponga de los mecanismos necesarios para garantizar el cumplimiento de la normativa. “Las sanciones no nos gustan pero estamos cansados de que las cosas no cambien y llega un momento en que no queda más remedio que aplicarlas tras dar demasiados márgenes”, reconocen.
COCEMFE y Frater proponen también el reconocimiento oficial de los derechos de todas las personas con discapacidad física y orgánica, a través de la regulación de un baremo de valoración del grado de discapacidad que proporcione una cobertura justa y equitativa y cumpla con los criterios de la Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud (CIF). Entre las propuestas que recoge el manifiesto, figura una mayor “concienciación sobre la existencia de las discapacidades orgánicas, que al ser aparentemente invisibles son, en muchas ocasiones, las más olvidadas por los medios de comunicación, las políticas públicas y la población en general”. También se apunta a la importancia de una atención sociosanitaria coordinada, continuada y personalizada, que busque mantener unos estándares de calidad de vida de todas las personas adecuados, apoyándose en la investigación y las nuevas tecnologías.
Frater es la entidad pionera en abordar la discapacidad en la provincia. Cuenta con sedes en Castellón y la Vall y ofrece servicios de atención integral en el centro Maset de Frater, donde gestiona una residencia y un centro de día con capacidad para 70 personas.