El insecto que porta la enfermedad más devastadora desde la Tristeza ha sido hallado 220 km más al sur
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El insecto vector de la Trioza erytreae, propagador de la devastadora enfermedad del Huanglongbing (HLB), se encuentra ya presente en las plantaciones citrícolas próximas a Lisboa, donde ha ido avanzando con gran rapidez y de forma incontenible, según ha podido conocer La Unió de Llauradors del propio Ministerio de Agricultura luso (ver mapa oficial actualizado a 23 de noviembre).
Efectivamente, el psílido africano capaz de portar la bacteria que desencadena el temido Citrus greening ha sido hallado 220 km más al sur del último foco conocido en julio, situado en los municipios de Aveiro y de Vago (más próximos a Oporto) y se ha desplazado hacia la zona de influencia de Lisboa. Concretamente, la Trioza erytreae -que es considerada en sí misma como una plaga de cuarentena, aunque secundaria comparada con el propio HLB, aún no presente en Europa- ha sido confirmada recientemente en el municipio de Almada, con lo que la zona demarcada en torno a este foco ya incluye buena parte de las primeras plantaciones citrícolas comerciales portuguesas de la zona del Valle del Tajo. El citado vector ha dejado de localizarse sólo en jardines o propiedades particulares, como hasta ahora y ahora se encuentra dentro o a sólo unos kilómetros de una zona con más de 1.500 hectáreas plantadas, de naranjas fundamentalmente. Tal ubicación deja pues el foco más cercano a escasos 190 km de las primeras plantaciones españolas de cítricos, las de la provincia de Huelva (la segunda en relevancia de Andalucía, con alrededor de 19.000 ha) y a sólo 170 km de la principal productora de agrios del país vecino, el Algarve, con otras 14.600 ha.
Tan amenazante como lo anterior, fundamentalmente para el país vecino, es el hecho de que, más al norte, se haya extendido la zona infectada ya conocida de la zona de Aveiro, con tres nuevos focos detectados desde julio en los términos de Oliveira do Barro, Anada y Figuera da Foz, cuyas respectivas zonas demarcadas (donde se aplican medidas cuarentenarias) se ubican a escasos kilómetros de Coimbra -en la región centro- que es la principal zona viverística del país, con 1,2 millones de plantas producidas. La situación es, en términos de seguridad fitosanitaria, tan crítica, que las autoridades portuguesas ya han regulado las condiciones en las que sus viveros de cítricos tendrán que operar para ser considerados, desde el pasado 1 de enero, como libres de este insecto y por tanto no sufrir las restricciones que se han impuesto para frenar su expansión. Y tales medidas pasan por el aislamiento, mediante cubiertas que garanticen la bioseguridad de todos los plantones a lo largo de todo su ciclo vegetativo, de las plantaciones de los viveros de cítricos.
La plaga está pues en pleno proceso de expansión en la Península Ibérica desde que fuera detectada en Galicia en 2014 y avanza con un gran potencial invasivo por el país vecino. Antes de verano, el insecto se expandía sin interrupción por todo el litoral atlántico desde Galicia hasta la mencionada zona de influencia de Oporto.