Entre las partidas que quedaron inmaculadas y sin ejecutar: El fondo de contingencia, y gran parte de las ayudas a la vivienda
La liquidación del presupuesto municipal de Castellón del 2017 ha arrojado un superávit de más de 29 millones de euros que habían sido consignados y no llegaron a gastarse. Entre las partidas más significativas que se han quedado en el tintero: las relativas a viviendas sociales o gastos para su mantenimiento, el fondo de contingencia, pero también urbanizaciones, Plan de Movilidad, o los Presupuestos participativos. La portavoz del Grupo Popular ha indicado que es irresponsable subir los impuestos para luego no mejorar los servicios.
Esperanza Molina/Castellón Información
Esta mañana se ha publicado la liquidación del presupuesto municipal de Castellón del ejercicio 2017. Según el informe técnico, sección por sección y partida por partida, al Ayuntamiento de Castellón le han ‘sobrado’ más de 29 millones de euros, concretamente, 29.190.070,78 euros.
Para comprender mejor el tema, el Ayuntamiento, como cualquier otro organismo, tiene la obligación de efectuar una previsión de lo que espera ingresar en las diferentes partidas, y con respecto a eso, estimar en qué debe y puede gastarlo. Hay gastos comprometidos, o fijos, como los que hacen referencia al pago del personal, en el capítulo 1; el pago de los intereses y amortización de la deuda que tiene adquirida… y el mantenimiento de los servicios que presta, que supone los Gastos Corrientes.
Es la misma fórmula que, en una escala mucho menor, hace cualquier familia: saber con qué ingresos cuenta, cuales van a ser sus gastos fijos y establecer con qué dinero cuenta para adquirir nuevos bienes.
Una vez cerrado el ejercicio contable, se realiza la liquidación de los ingresos y los gastos y se evalúan si las previsiones fueron acertadas o no.
En la liquidación del presupuesto municipal, que estaba cifrado en 170,8 millones de euros, se han quedado por ejecutar 29,1 millones de euros, y quedan pendiente de pago más de 5,4 millones de euros.
Que el Ayuntamiento haya sido capaz de ajustar sus gastos, no deja de ser una buena noticia, pero que le hayan sobrado casi 30 millones, ya no es tan buena, sobre todo, porque el análisis de las partidas que se han dejado de ejecutar puede indicar un problema de gestión, y u olvido en lo que concierne a los temas de índole social.
Inversiones financieramente sostenibles
Dentro de esos más de 29 millones, hay partidas que se corresponden con las Inversiones Financieramente Sostenibles que, si el Ayuntamiento ha hecho bien sus cuentas, todavía podrán gastarse a lo largo de este año, porque los proyectos salieron adelante en el 2017 y tienen los plazos marcado.
También se encuentran en el apartado de ‘pendiente de ejecución’ los proyectos relacionados con los Fondos Edusi, presupuestados en 3,8 millones de euros, aunque la mayor parte de estos proyectos se podrán sacar adelante dentro de los plazos establecidos.
Plan de Accesibilidad
Pero tampoco han salido adelante las partidas relacionadas con los servicios urbanos como el Plan de Accesibilidad, que se ha quedado inmaculado y sin tocar, mientas que, del Citilab Cerámica presupuestado en 30.000 euros, han sobrado por no gastarlos, 22.700 euros.
Pero hay otras, que se convirtieron en el ‘caballo de batalla’ de los socios del Pacto del Grao, como es el caso del acceso social a la vivienda, que apenas han conseguido sacar adelante por poner un ejemplo: el apartado de ‘viviendas municipales’, para los que se consignaron 14.154,24 euros, y que ha aportado un superávit de 5.223,34 euros.
Y como eso, las ayudas de seguridad social a la vivienda, gastos de comunidad, Patronato de la Vivienda, y Programa de información al ciudadano, los 48.823 euros para la rehabilitación de viviendas, y 156.606 euros de los 161.707 programados para las ayudas a rehabilitación de vivienda.
En el apartado de Emergencia Social destaca el gasto cero sobre la partida de acogimiento familiar que fue consignada en 289.080 euros. Tampoco se ha gastado lo previsto (18.000 euros) en Familia prevención y seguimiento del menor, y tampoco los 18.000 euros de lucha contra el ciberacoso escolar, como tampoco el apartado de 13.491 referente a los pisos solidarios.
En lo que concierne a Jornals de vila, de 1,5 millones presupuestados se han quedado por ejecutar más de 422.000 euros, mientras que los programas de iniciativa social (58.241 euros) han arrojado un superávit de 56.1456 euros.
En la misma línea, los Presupuestos Participativos se cifraron inicialmente en 1.650.000 euros, y se rebajaron posteriormente a 1.270.371, que se mantienen tal como llegaron, intactos. Tampoco se han ejecutado los 150.265 euros del Plan anti inundaciones de la Marjalería, ni los 170.000 euros del cementerio y servicios funerarios, ni una de las partidas de conservación y medio ambiente en entorno urbano, programada en 40.638 euros, o la mejora del Paraje de la Magdalena, para lo que se reservaron 125.000 euros.
Las cucarachas ya no son lo que eran
Como curiosidad, cabe señalar que la lucha contra las cucarachas, apenas ha costado unos cuantos euros… porque, aunque se presupuestaron 10.000 euros a principios del 2017, a final de año no se habían gastado 9.479 euros. Algo parecido a la lucha contra las termitas, para lo que se reservaron 1.500 euros, y sobraron 1.028.
En el apartado de Sanidad, apenas se gastó la mitad del Plan contra Plagas, no se ha ejecutado la previsión de 25.000 euros para el censo canino, y tampoco el servicio de enfermería a los colegios, presupuesto en 40.000 euros, aunque sobre ese aspecto, parece que el 2018 ya contará con este servicio.
En lo que concierne a colegios, el estudio de Ciudad Educadora salió 5.000 euros más barato de lo previsto, a juzgar por las cuentas, y el Ayuntamiento gastó también la mitad de lo presupuestado en el trasporte escolar del Raval y cero euros en la partida de trasporte de niños en zonas peligrosas.
En Cultura, de la partida del Museo Etnológico, consignada en 10.000 euros, han quedado por ejecutar 9.179. y en Patrimonio Artístico apenas se gastaron 4.000 euros de los 60.000 previstos en la Basílica de Lledó, al tiempo que también se han consignado como superávit, los 15.000 comprometidos con la Fundación de Santa María.
Dentro del apartado de planeamiento urbanístico llama la atención que se han quedado por ejecutar 1.562.178,45 euros y con ello, numerosas urbanizaciones de zonas de la ciudad, así como adquisición de suelo dotacional o la adopción de un sistema de información geográfica.
Carrasco: Para no gastar no cabe cobrar impuestos
A tenor de lo indicado en el informe de liquidación del presupuesto municipal de 2017, la portavoz del Grupo Municipal Popular, Begoña Carrasco, ha afirmado que “es una muestra de irresponsabilidad y nefasta gestión del dinero público, porque, a pesar de incrementar la presión fiscal y hacer pagar más a los castellonenses con el IBI o la tasa de basura, el dinero recaudado no revierte en mejores servicios municipales, porque el bipartito no se lo gasta”.
Carrasco ha apuntado que “el bipartito es incapaz de cumplir sus propias promesas con cargo a los presupuestos”. “Siguen subiendo los impuestos, pero después no ejecutan. Incumplen lo que ellos mismos prometieron, como demuestran los datos oficiales. Si no saben gestionar, el dinero donde mejor está es en el bolsillo del contribuyente”.
Un 80% de las ayudas en vivienda sin entregar
Según Carrasco, aunque el presupuesto 2018 aprobado por los socios del Pacto del Grao, presume de aumentar las partida de ayudas a la vivienda, “es un incremento sólo de cara a la galería, porque el año pasado sólo ejecutaron un 20% de esta partida. Se quedaron sin conceder 430.572,22 euros de ayudas entre las familias demandantes”.
En este sentido, ha manifestado: “Engañan y mienten a la ciudadanía, su incapacidad a la hora de ejecutar el presupuesto vuelve a evidenciar el fracaso de este gobierno bipartito. La vicealcaldesa, al frente del área de vivienda y la alcaldesa -que a sus 100 días de gobierno aseguró haber cerrado el círculo de los desahucios-, deberán explicar a todas esas familias por qué no se ha entregado el 80% de las ayudas al alquiler, a la hipoteca o a la rehabilitación de viviendas”.
