Junto con las actividades dedicadas a los más pequeños, también la Fira de Sant Andreu ofreció actos para el público adulto. El historiador David Igual presentó la tertulia 'Comprar y vender al mercado medieval'.
Almassora celebró el pasado fin de semana la Fira de Sant Andreu, que trasladó el municipio hasta el medievo. Desde las 11.00 horas de la mañana, las calles del casco antiguo de la localidad cambiaron su fisonomía para retroceder en el tiempo hasta el siglo XV. Danza, espectáculos, teatro en la calle, oficios artesanales y animales fueron algunos de los alicientes que convirtieron esta duodécima edición en una cita ineludible para los vecinos y visitantes.
A las 11.00 horas de la mañana, oficialmente, Almassora volvió al siglo XV. El misticismo, encarnado en los personajes de la época, fue el encargado de recibir al alcalde de la localidad, Vicente Casanova, así como a la edil de Cultura y resto de autoridades municipales que, acompañadas por el diputado provincial Héctor Folgado, se adentraron en la Fira de Sant Andreu de la mano de sus protagonistas. Una exhibición de cetrería, con halcones y demás aves de caza, trasladó a las autoridades hasta el corazón del medievo.
"La brujería, el esoterismo y personajes como el verdugo, el bufón malabarista, el alquimista o el mago se conjugaron con los comerciantes y los animales para conformar una propuesta cultural que, desde el año 2000, viene consolidándose a nivel provincial", argumentó la titular de la cartera.
Así, junto a los espectáculos de danza y teatro en la calle, a las 19.00 horas llegó una de las citas más esperadas de esta primera jornada inaugural del mercado. La música, que ambientó la Fira de Sant Andreu durante los ambas jornadas, tomó protagonismo gracias al desfile nocturno que hizo la Sección de Tambores y Bombos de la Hermandad del Cristo, junto a los miembros de la Asociación de Moros y Cristianos de Almassora, la UIM La Esmeralda y el Club Hípico Mediterráneo.
Segunda edición AlmassoraVi
La Fira de Sant Andreu compartió protagonismo durante su primera jornada con AlmassoraVí. También desde las 11.00 horas, esta segunda edición de la Fira del Vi abrió sus puertas en la planta baja del Museu Municipal para brindar a los amantes del buen vino una excusa para catar caldos de toda España.
Organizada por la firma local DiVino, por el módico precio de 6 euros, los asistentes degustaron los vinos de tres de las seis bodegas participantes además de un tentempié a cargo de Aristot y recibir, como regalo, una copa de vino.
