El relato del nacimiento de la ciudad se dio la mano con todas las delegaciones y confluyó en el aplauso a la reina de la Magdalena
La Cabalgata del Pregón recorrió las calles de Castellón para anunciar el inicio de las Fiestas Fundacionales de la capital de la Plana. Más de 3.500 desfilantes, miles de personas a lo largo de todo el recorrido, y magia, mitología, historia y tradición, para explicar el desarrollo de la historia de Castellón y el sentir multicultural de sus gentes. Un Pregón que también daba la bienvenida a todos los municipios hermanos, en el 'Día de la Provincia', y que correaba al son del canto del 'pregonero', que hoy "el día ja es arribat de la nostra Magdalena'
EM/ET/DP/ Castellón Información
La Cabalgata del Pregó volvió a ilusionar por su colorido, y quizá, también un poco, a cansar por lo largo. Pero en su conjunto, fue espléndida.
A las cuatro de la tarde se daba el ‘chupiazo’ de salida para el inicio de un relato, que pasa por contar la vida y la historia de la ciudad.
A partir de entonces, el Pregó tomó las calles de Castellón seguido por miles de personas, para ovacionar a más de 3.500 desfilantes.
Porque el Pregón de Castellón es una mezcla de relatos y homenajes. El relato del sueño de Pascual Tirado, cuando creó el cuento ‘Tombatossals’, que ‘mitifica’ el nacimiento de Castellón, y la ilusión donde se mezclan y reconocen las diferentes culturas que formaron y son parte de la ciudad: los moros, los cristianos, la iglesia, los templarios, la llegada de Aragón y los piratas berberiscos que dominaron sus mares y conquistaron sus costas.
Pero Castellón no sería nada sin el resto de la provincia, cuyos representantes, integran la segunda parte de la Cabalgata.
Y por supuesto, no puede cerrarse sin la participación directa de los habitantes de la plana, que cierran la última parte de la comitiva.
Castellón: Mitología e historia
Este conjunto de historias, imaginadas y reales, han formado la primera parte del relato del Pregó de Castelló. La colla de Dolçainers, la colla del Rey Barbut, con personajes imaginarios, a veces esperpénticos… Pero ¿por qué no pudo ser así? ¿Quién puede afirmar taxativamente que no hubo un rey en apuros, una infantona o una colla de gigantes?.
Y Castellón, como ciudad de que convive y aprende de todo cuanto le llega y le rodea, vitoreó a la colla del Rey Barbut que repartió ‘volaorets’, entre los más pequeños (y algunos grandes), presentó a los ‘cabuts’, que bailaron delante de la tribuna, y también a la colla de gigantes de un Tombatossals, que más que ser hijo de las montañas, se convirtió en el morador de la plana, en el héroe de la ciudad y el conquistador de sus islas.
Llegaron después los moros, representados por ‘Los moros d´Alquería’, vestidos con sus mejores galas. Y como tal, volvieron a conquistar las calles de la ciudad con sus pintorescas imágenes de colores.
Moros y moras, porque todos ellos desfilaron por Castellón al son de las marchas espectaculares y de los bailes más imaginativos, con alas de mariposas.
Pero Castellón no se quedó solo en eso. Y prueba de ello fueron los miembros de la Colla de L´Aljama, que representan a otra de las culturas de esta ciudad, los judíos, que también vivieron y poblaron la ciudad.
Varias culturas, distintas creencias y un gran desfile, donde no faltaron, tampoco este año, las aves rapaces, en las manos de las mujeres de la colla, ni el mercado ambulante que regó con monedas ‘de oro’ a los más pequeños que los seguían desde el público.
Y llegó la iglesia, repartiendo bendiciones, a la cabeza de una extensa comitiva, donde Els Cavallers Templaris, els Cavallers de la Conquesta, su escuadra templaria y todas las mujeres que forman parte de la fiesta, dieron el otro toque de esa peculiar tierra de todas las culturas.
No faltaron los obispos, e incluso el Papa Luna en su carroza, y por no faltar, tampoco la convivencia política con un Rey Jaume I, representado por el edil Rafa Simó, a quien guardaba la espalda como parte de su séquito, el concejal del Grao del PP… Para quienes no lo sepan, el año pasado fue al revés, Guillamón encarnó al Rey y Simó estuvo a su lado…
Tiempos oscuros… o no tanto, conquistados y peleados para poblar esta tierra en la que la tradición reclama tanto su pedacito de historia como la necesidad de disfrutar y hacer de las fiestas un espacio de respeto y de convivencia.
Castellón fue todo eso, pero fue mucho más. Como parte de esta historia, El Centro Aragonés desfiló y recordó la raigambre de un pueblo, ligado a la Corona de Aragón; de una ciudad que cada año también rinde homenaje a sus hermanos del interior de la Comunidad Aragonesa.
Cerraron esta parte del Pregón, los Piratas Berberiscos que, a fuerza de sentir la ciudad, pasaron de ser una amenaza a formar parte de ella, con su enorme barco y sus danzas arrebatadoras.
¿Se hubo visto alguna vez piratas más provocadoras que estas?, todos y todas ellas, dirigidas por el presidente de la Colla Bacalao… que no bailó pero si mandó y organizó mucho.
Era la parte más vistosa, pero no la única.
La representación de la provincia
Porque a continuación comenzaron a desfilar por las calles de Castellón representantes de todas las poblaciones de la provincia.
Porque, además de ser el día en el que ‘La festa ja es arribat’, el primer sábado de la Magdalena es también el ‘Dia de la Provincia’. La jornada en la que el resto de la provincia de Castellón se desplaza a La Plana par honrar a la capital, o para dialogar con ella.
Porque el Pregó se ha convertido en el mejor escaparate de la cultura, las tradiciones, los bailes y la economía de todos los municipios que forman parte de la identidad de Castellón.
No faltaron los bailes, la reconquista de Culla, la reata de mulillas de Borriol, ls danzas de Todolella, o los danzarines de Peñíscola con las representantes de cada uno y todos los municipios. Unos con azulejos, otros con productos de la zona e, incluso, ‘Les dones mijor plantaes’ de la provincia, con su ropa tendida. Porque son las mujeres de la tierra, con todo su esfuerzo y todo su salero.
De esta forma, durante horas desfilaron, uno a uno a veces o en grupo otras, a pie o en carrozas, los municipios de Castellón. Bailaron, cantaron, sorprendieron y fueron ovacionados.
Pasaban las ocho y media de la tarde, cuando salían al Pregón los representantes de la ciudad y término de Castellón. Una salida a escena no exenta de espectacularidad y de ruido, con los ‘trabucaires’ y sus disparos, y con ellos, los representantes de los antiguos oficios, como ‘els agramaors’, los que cortaban el cáñamo, o los que ofrecían los productos del mar.
Y nuevamente los bailes, la música, la tradición volvió a llenar la calle, porque eran ‘hijos de Castellón’ dispuestos a demostrar su ‘orgull de genealogía’
Anochecía, se iluminaban las calles con la luz de las farolas cuando salieron las carrozas de las visitantes de Murcia, la reina de la Huerta y su comitiva; y tras ellas, la bellea del Foc de Alicante y sus damas.
Se acercaba el final.
Las diecinueve gaiatas del sector, con las grupas y las picas de claveles, ofrecieron entonces una imagen singular.
Castellón, una vez completada la historia, daba la mano a la tradición y arropaba a sus madrinas, sus damas y su reina, Carla Bernat.
De esta forma, las 19 Gaiatas desfilaron con orgullo, por su ciudad, en el atardecer del sábado de Magdalena, para ser aplaudidos por su gente.
Tras ellos, la ‘canastilla’, por decirlo coloquialmente, llena con 1.200 claveles, portada a hombros por los 19 presidentes de Gaiatas.
Y entonces si, los sones de la Marcha de la Ciudad para dar la bienvenida al ‘pregoner’, y su canto del Pregón de la Magdalena de Castellón, El canto que llama a todos, propios y extraños a vivir la Magdalena.
Y tras el pregonar, cerrando como toca este apoteósico desfile, las carrozas de las máximas representantes de Castellón: las 19 madrinas de la ciudad y, tras ellas, las damas de la ciudad y la reina de la Magdalena de Castellón, Carla Bernat.