Mucha gente en la playa Mayor que acompañó a la comitiva hasta el primer Molí, donde los romeros iniciaron el camino por la huerta
La salida de la Romeria de Les Canyes recupero las tradiciones recogidas en la Consueta. No se forzó a nadie a entrar en la concatedral de Santa María, pero la alcaldesa y el presidente de la Generalitat lo hicieron, como parte de la Comitiva oficial y como representantes de la ciudad y de la Generalitat. No hubo aplausos, pero tampoco abucheos, y la Romería volvía a la normalidad. La plaza estaba llena, tanto como las calles, llenas de romeros, para acompañar a la Comitiva hasta el Primer Molí, donde la Romeria inicia el camino por la huerta.
EM/ET/TC/ Castellón Información
Magdalena Festa Plena y día de la Romeria de les Canyes, núcleo central de las Fiestas Fundacionales de Castellón.
La ciudad amanecía con un cielo que combinaba nubes y sol, era el día grande de Castellón.
Los servicios de limpieza bandeaban y adecentaban las calles, mientas los primeros romeros ya se dirigían a la plaza Mayor para recoger las cañas con su cinta verde.
La plaza, poco a poco se llenaba de gente, esperaban la salida de la Comitiva Oficial, que ya se formaba en la planta baja y los soportales del Ayuntamiento.
Allí se dieron cita el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y el ex presidente y ex alcalde de Castellón, Alberto Fabra. La Corporación municipal con una sola excepción, los representantes de CseM, el presidente de la Diputación provincial, el delegado del Gobierno, diputados provinciales, autonómicos y nacionales de todos los grupos.
La alcaldesa de Castellón y el presidente de la Generalitat impusieron el pañuelo de la Magdalena a la figura de Atenea, situada junto a la escalera principal.
Saludos, abrazos, choque de manos, comentarios, y declaraciones del presidente de la Generalitat y la alcaldesa de Castellón en una llamada para vivir la fiesta y disfrutar de la Magdalena de Castellón.
Se abrieron las puertas de la Concatedral anunciando que había finalizado la misa de romeros.
Comenzaron a sonar las campanas.
Era el momento.
La comitiva avanzó poco a poco hacia la iglesia.
Las Gaiatas, las madrinas, las reinas de la ciudad, las representantes de Murcia y las belleas del Foc de Alicante.
Lucía el sol con un cielo que amenazaba nubes muy oscuras.
Y llegó el momento de saber qué iba a pasar con los políticos, la Corporación y los visitantes.
Y si, con la mayor normalidad, la alcaldesa de Castellón y el presidente de la Generalitat entraron en el recinto de la Concatedral donde fueron recibidos por el prior de Lledó, Josep Miquel Francés y el obispo de la diócesis.
Era el comentario que discurría de boca en boca. La pregunta y la respuesta… ¿pero ha entrado la alcaldesa?.
De esta forma, la Romería de les Canyes recobraba la normalidad de otros tiempos y la gente susurraba en la puerta.
Primero salieron los niños de las escolanías, después los representantes religiosos, y luego los representantes de la fiesta, las reinas de Castellón recibidas con aplausos, y finalmente los representantes institucionales.
La iglesia, separada del Ayuntamiento, inició la procesión por las calles de la ciudad.
Luego comenzaron a peregrinar los festeros, y detrás de ellos los representantes. No hubo aplausos para ellos, pero esta vez tampoco hubo abucheos ni reparos.
Comenzaba la Romería de les Canyes hacia el cerro de la Magdalena.
La comitiva avanzó por la calle Mayor, la plaza María Agustina y la avenida Capuchinos, para dirigirse al Primer Molí, donde se hizo el primer alto en el camino.
No faltaron las fotografías de Wamba, ni los grupos de Romeros que ya trazabansu propio camino hasta la Ermita, las fotos de rigor.
El capellán cambió la capa y, en unos minutos, la Comitiva Oficial volvió a salir en Romería, pero ya para seguir las calles hasta las afueras de la ciudad y tomar los caminos de la huerta.
Castellón respiraba tranquilo… pero mirando al cielo. Día complejo, en el que el viento no aparecía como estaba previsto, pero el cielo se cubría y amenazaba lluvia… comenzaba a llover tenuemente.
En la plaza de la Farola, Ronda Magdalena, una hilera de autobuses realizaba ya el circuito hacia la Magdalena para los que habían elegido el autobús para desplazarse.
En la Estación de Adif, también comenzaba el servicio especial de trenes hasta la Estación de las Palmas.
La ciudad quedaba tranquila, en un silencio roto por los petardos de los chiquillos, y los ecos de la música que ya sonaba en Mesones y lugares de fiesta, donde comenzaban los primeros festeros de ‘la marcha’.