El líder de Ciudadanos atacó a derecha y a izquierda y posicionó a su partido como la alternativa para hacer las cosas bien
El presidente nacional de Ciudadanos, Albert Rivera, se ha dado esta tarde un baño de multitudes en Castellón, donde ha dejado mensajes muy suculentos como la llamada a la unidad nacional y a la Comunitat Valenciana para que no pierda sus dos identidades, la española y la valenciana. Tras atacar a derecha e izquierda, ha pedido a todos sus simpatizantes que pierdan el miedo y voten a su partido como alternativa para lograr soluciones en 2019
Esperanza Molina/ Castellón Información
El presidente nacional de Ciudadanos, Albert Rivera llenó esta tarde el salón del Hotel Luz hasta la bandera.
La presencia de Rivera generó tal expectación, que ya desde media hora antes se acumulaban las colas para acceder al hotel y hubo que habilitar el recinto de la entrada para dar cabida al público que había acudido a la cita del partido naranja.
Lleno total y una asistencia que bien pudo superar de largo las 600 personas, a juzgar por el aforo del recinto y los espacios añadidos y ocupados.
Entre los asistentes, los cargos políticos de Ciudadanos en la provincia, la Comunitat valenciana y diputados nacionales. Colectivos sociales, afiliados y mucha gente con la curiosidad encendida para poder escuchar ‘en vivo’ al político que tanto pueden ver en la tele.
Vidal protagoniza la bienvenida
Abrió el acto Vicente Vidal, portavoz de Ciudadanos en la capital de la Plana. Poco más de dos minutos de intervención que bastaron para que Vidal pusiera de relieve la importancia de la visita para una ciudad que cada vez es más naranja.
Carmen Sánchez: que esta visita se repita mas a menudo
Intervino posteriormente la líder de Ciudadanos en la Comunitat Valenciana.
Con una dotación más generosa de tiempo, Mª Carmen Sánchez marcó las pautas de su discurso en referencia a la corrupción del PP primero, y del PSOE después. Se refirió al ‘matrimonio de conveniencia’ que gobierna en la Comunitat Valenciana que solo ha servido para que ‘abran chiringuitos para colocar a los suyos’.
Y reivindicó y prometió. Se refirió a los aforamientos, y manifestó el objetivo de Ciudadanos para suprimirlos. Se refirió al impuesto de sucesiones, que priva a la gente de poder heredar con justicia los bienes que con tanto trabajo adquirieron sus padres y atacó a la Radio Televisión Valenciana de nueva creación que dijo, nacía ya condicionada y como la Televisión de Compromís.
Toni Cantó, el más castellonense
Y le tocó el turno a Toni Cantó, diputado nacional que, todo hay que decirlo, le ‘vendió’ Castellón a Albert Ribera como la maravillosa tierra de su infancia, la de sus sueños y, en alguna ocasión, refiriéndose al 23F, también al de sus pesadillas.
Hay que reconocerle a Cantó, que se portó como orador y como defensor de la provincia. Y aquí se metió al público en el bolsillo.
En su ruta discursiva, Cantó también aludió a la corrupción, el tema estrella de Ciudadanos, pero mencionó la capacidad de algunos para haber convertido ‘la tierra de las flores en la tierra de la corrupción’, dejando pasar los casos más oscuros que también se dieron en Cataluña y Andalucía. Nuevo punto para Cantó en un auditorio que está mas que harto de que le culpen por los desmanes de otros.
Y dicho esto comenzó a hacer política nacional y autonómica. Acusó al tripartito, del Pacto del Botánico, de no ser capaz de dar un paso adelante y de disfrazar su ineptitud con la queja más recurrente: “la culpa de todo la tiene Madrid”.
Se refirió a las leyes que su partido apoya o promueve, de la prohibición de los indultos en casos de corrupción y de la necesidad de bajar impuestos.
Aquí también se refirió a las viejas políticas, y a los engaños de los rojos y los azules con las pensiones de por medio.
Incidió, como su compañera, en la ineficacia del Pacto del Botánico, que solo se preocupa de crear problemas donde no los hay y de fabricar una televisión a su medida que definió como ‘TeleCompromís’.
Y Rivera arrasó
Llego el momento esperado. Toni Cantó finalizó su discurso dando la entrada “al hombre que lo puede solucionar todo”, a Albert Ribera.
Y Ribera, sin tiempo prefijado, se extendió y puso al público en pie.
Se refirió a la Comunitat Valenciana como de una zona que, con Cataluña lidera la producción y la riqueza y lidera las exportaciones, y una tierra que, por todo, eso necesita infraestructuras y atención.
En este sentido, atribuyó a la presión de Ciudadanos el logro de que el Gobierno actual haya invertido en el Corredor Mediterráneo, “porque las inversiones tienen que ser útiles”. “En lugar de tirar el dinero, por qué no invertir en lo que genera empleo”.
Se refirió directamente a los partidos de izquierda y a los gobernantes de la Comunitat Valenciana, porque con su comportamiento no solo no resuelven problemas, sino que son un obstáculo para la Comunitat. “Con decir no a todo no se consigue más que enfrentamientos” “No estamos aquí para calentar el escaño. Es muy fácil apoyarse a si mismo, lo difícil es apoyar a otros, y nosotros no hemos pedido carguitos”.
Aludió también a la corrupción del PP y, como sus compañeros, realizó su arenga en busca del voto a Ciudadanos, para conseguir llegar a las alcaldías y las instituciones en 2019.
Pero por el camino, Rivera tocó puntos candentes, con expresiones como que querían llegar a gobernar “para hacerlo mejor que el PP y el PSOE… para hacerlo peor, ya está Podemos”.
Entró en el conflicto nacionalista, cuya lucha identifica plenamente a Rivera y Ciudadanos, y lo hizo refiriéndose a los nacionalistas de la Comunitat Valenciana, a Compromís, a los que dijo, “por fin se les está cayendo la careta”. “Se molestan cuando decimos que Compromís es nacionalista, pero en Ciudadanos lo sabemos, hemos conseguido ganarles en las urnas, porque los nacionalismos son los principales problemas del país”. Son ellos, incidió, los que generan ciudadanos de primera y de segunda, y avanzó que “los socialistas no son sino los cómplices de esa gestión”.
Abundando en los nacionalismos y el conflicto catalán, Rivera apuntó que el Gobierno el PP, pese a promulgar el artículo 155 no ha sabido dar soluciones, ni parar a TV 3, ni solucionar el problema de las escuelas. “¿Cómo es posible que digan que no pueden controlar las escuelas? Dicen que no saben hacerlo… pues que nos dejen a nosotros que si sabemos”.
A partir de ese momento anunció una batería de propuestas que su partido pondría en marcha para establecer ese control centrado en políticas que promuevan la unidad de España en todos sus territorios.
Rivera se refirió a la financiación de la Comunitat Valenciana, pero señaló que gobiernos como el de Puig utilizan el argumento victimista para llorar y no resolver, “cuando el mismo Puig no ha sido capaz de oponerse y cuestionar el ‘cupo’ vasco”. “El único partido que ha protestado y cuestionado ese cupo vasco es Ciudadanos, porque estamos con el pueblo español, hasta las narices de pagarle la fiesta a los nacionalistas” “Prefiero no gobernar España a gobernar España con los nacionalistas”.
Así las cosas llamó a la identidad de los castellonenses y los valencianos. Les recordó que en TV3, el mapa de España trasforma Castellón en parte de los Països Catalans, y preguntó si lo que querían los ciudadanos de la Comunitat Valenciana era precisamente eso.
Por esta razón animó a defender la doble identidad de españoles y valencianos de los habitantes de esta Comunitat, sin que nadie les obligue a escoger una opción u otra y sin miedos a mostrar esa doble identidad.
“No se tiene por qué escoger nadie tiene por qué coartar la libertad. Hay ideologías que pretenden que tengamos la obligación de escoger y nos obligan a hacerlo”. Son los mismos, añadió, que esconden sus propios incumplimientos, culpando a España de todo cuanto ellos no saben hacer, los mismos, apuntó, que cuando llegan a un sitio intentan darle la vuelta a todo. Par nosotros, si algo funciona, entendemos que hay que dejarlo”.
A lo largo del discurso, Rivera tuvo palabras para las pensiones, con soluciones de futuro, la igualdad de la mujer y la homologación de salarios de la Policía Nacional y Guardia Civil con las fuerzas de seguridad autonómica.
El público estalló en aplausos, rodeo al líder de Ciudadanos, y este volvió a sentirse arropado por cientos de personas.
En la calle ya se formaban colas para sacarle fotos a la salida.