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La Comunitat Valenciana ha despedido un invierno normal tanto por las temperaturas como por las precipitaciones, a pesar de algunos picos calurosos en enero y marzo, pero que ha estado marcado por las nevadas de febrero. La temperatura media de estos tres meses se ha cerrado en 8,4 grados, un poco menos que los valores que marcó el termómetro en el año anterior.
Según el balance de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha tenido dos partes muy diferentes. Una primera, hasta el 25 de enero, muy cálida y muy seca, y otra, hasta el cierre de febrero, más fría y húmeda.
Temperaturas
En Castellón, las temperaturas más bajas del trimestre invernal se registraron en la zona de Els Ports, durante el puente de diciembre y a finales de febrero, donde se alcanzaron los -7 grados en localidades como Morella y Fredes. En esta etapa, la nieve alcanzó hasta 25 centímetros de espesor en Vilafranca. El frió hizo que la nieve se acumulara durante una semana, incluso llegó a nevar en zonas próximas a los 300 metros de altura, como el aeropuerto de Castellón o San Mateu.
Por el contrario, destacaron las temperaturas calurosas del 3 y el 4 de enero, que alcanzaron los 25 grados en el litoral de Castellón.
Falta de lluvia
El noroeste de Castellón ostenta el mínimo de precipitaciones acumulado en la Comunitat Valenciana. Por ejemplo, en Vinaròs se registraron 41 litros por metro cuadrado, 49 en Alcalá de Xivert y 62 en Torreblanca.
A pesar de que casi todo el territorio valenciano permanece el déficit pluviométrico, el déficit se ha reducido de forma notable gracias al episodio de lluvias de principios de año. Castellón tiene un déficit medio del 60%.
