Marisol Linares. Vicesíndica del Grupo Parlamentario Popular en Les Corts.
Estamos en la época del debate de presupuestos en Les Corts Valencianes.
Unos presupuestos difíciles pero realistas y valientes porque los que tenemos la responsabilidad de gobernar, hemos de actuar acorde con la confianza que nos han dado los ciudadanos en las urnas.
Unos números que, a veces, son difíciles de entender por los ciudadanos, a los que únicamente les preocupa que la sanidad, los colegios y los recursos sociales funcionen y presten sus servicios.
Por ello, en el presupuesto para el próximo año 2013, el Presidente Fabra destina de cada 100 euros, el 88,9%, al mantenimiento y prestación de los servicios sociales. Se tratan de unos presupuestos comprometidos con las políticas dirigidas a mantener el bienestar de las personas.
Pese a la oposición, las cifras son tozudas y el próximo año se destinarán a educación, formación y empleo 4.009 millones de euros, a sanidad 4.964 millones y a bienestar social 940 millones.
Curiosamente partidos del tripartito, PSOE, Compromís y EU, que gobiernan en otras poblaciones y comunidades, y que son corresponsables de presupuestos, como es el caso de Andalucía, donde las partidas sociales bajan, qué casualidad, lo que apoyan en otros gobiernos, aquí en nuestra comunidad tachan nuestros presupuestos de antisociales, falsos y raquíticos.
El Partido Popular sabe que gobernar supone dar solución a los problemas y preocupaciones que afectan a la sociedad valenciana dando respuestas a sus demandas pero sin dar la espalda a la realidad ni a la difícil situación económica y social en que nos encontramos.
Los presupuestos para el 2013 son consecuencia de la política de austeridad que durante todo el año ha llevado a cabo el Gobierno de la Nación y el Consell del President Fabra. Se han reducido asesores, se han reducido los salarios de los altos cargos y se han suprimido numerosas empresas públicas y fundaciones, adelgazando de esta forma la Administración.
Con estas medidas, no solamente se va a conseguir el objetivo de llegar al 1,5% del déficit, si no lo más importante, que es hacer sostenible y viable el Estado del Bienestar, hacer posible que la sanidad, la educación y los servicios sociales sigan siendo una realidad.
En cambio, el tripartito de la oposición en sus enmiendas a la totalidad a la Ley de Presupuestos y a la Ley de Acompañamiento, se han limitado a insultar, descalificar y hacer una lectura demagógica y sesgada de estos presupuestos pero sin aportar ningún tipo de propuesta o alternativa que ayuden a salir de esta crisis.