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domingo, 24 de noviembre de 2024 | Última actualización: 11:35

Vithas informa que el tratamiento de la hipertensión podría ser clave para reducir a la mitad los ictus

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El control de la diabetes, tabaquismo, alcoholismo, colesterol y sobrepeso podría reducir los ictus a un 30% de los que se producen actualmente

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A pesar de las evidencias sobre los beneficios de su control, éste continúa siendo bajo. Aproximadamente, el 40% de los hipertensos desconocen que lo son, el 20% de los diagnosticados no están tratados y la mitad de los sí lo están no alcanza objetivos terapéuticos de control. Es más, la hipertensión se considera una enfermedad crónica, y por tanto, requiere un tratamiento crónico. Si no se controla puede tener consecuencias fatales a lo largo de la vida.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) en España las enfermedades del sistema circulatorio siguen siendo la primera causa de muerte, y la hipertensión arterial, el factor de riesgo más importante para que se produzca un ictus.

Hipertensión, en el 70% de ictus

La hipertensión arterial es el factor de riesgo más importante tanto para la isquemia como la hemorragia cerebral, encontrándose en casi el 70% de los pacientes con ictus. Por lo que, como según apunta la Dra. Belén Moliner, directora médica del Servicio de Neuro Rehabilitación de los hospitales Vithas Nisa Valencia al Mar, Aguas Vivas, Virgen del Consuelo y Sevilla, "con un control adecuado se podría haber controlado este riesgo prevalente en el 47% en varones y el 39% en mujeres, según un estudio realizado en 2011 en 28.887 participantes". Estos cuatro centros pertenecen al grupo sanitario Vithas, el cual cuenta en España con 19 hospitales y 27 centros monográficos Vithas Salud.

Es más, la Dra. Moliner señala que la importancia de los factores de riesgo radica en que su identificación permite establecer estrategias y medidas de control en las personas que todavía no han padecido la enfermedad para prevenirlas y, en las que ya la presentan, conseguir reducir la mortalidad o las secuelas invalidantes que produce esta patología vascular cerebral.

Por este motivo, existe evidencia suficiente a favor de los beneficios del tratamiento antihipertensivo, puesto que una disminución de la presión arterial (PA) sistólica y diastólica de 6 mm Hg, es capaz de reducir hasta un 48% el riesgo de ictus y, como señalan diferentes estudios, a mayor reducción de la presión se produce una mayor disminución de sufrir un derrame cerebral.

De hecho, según incide Moliner si se realizara un control exhaustivo de los factores de riesgo exógenos como la diabetes, el tabaquismo, el alcoholismo, el colesterol, el sedentarismo o el sobrepeso, su prevalencia se reduciría un 70%.