José Antonio Rodríguez. Asesor Fiscal.
Decíamos en la parte primera de este artículo que en la actualidad imperan en nuestra Comunitat políticas públicas que excluyen el castellano en nuestro día a día y por ende la imposición del valenciano como única lengua.
Observamos con alarma que se han traspasado todas las líneas rojas, casi todas las leyes existentes al respecto, y no solo eso, sino que no van a cambiar mientras gobiernen.
La escuela es el semillero ideológico para Compromís, donde es frecuente comprobar que conceptos como el Països Catalans y Pais Valencià se imparten machaconamente con el fin de consolidarlos que ello conlleva en los más jóvenes.
Siguiendo con el tema educativo, el conseller de Educación persiste en su tarea de convertir la escuela en la casa del pueblo en la que se imparte una única filosofía y en una única lengua e implantar el pensamiento único.
Se han cargado literalmente el derecho de los padres a elegir la lengua vehicular en la que recibir sus hijos su educación; se ha llevado a cabo de un modo sibilino y como no puede ser de otra manera ‘por la puerta de atrás’.
Se sesga el derecho a elegir al establecer que en cada colegio solo habrá una lengua vehicular y por tanto, habiendo conseguido previamente que en la provincia de Castellón no hayan centros que oferten castellano, la libertad desaparece, café para todos, igual de negro, y de amargo, sin posibilidad de cortado o café con leche.
El sistema anterior contemplaba que en un mismo colegio hubiera líneas distintas, que convivieron sin problemas durante años, con lo que sin renunciar al colegio se podía elegir.
El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat ha considerado no ajustada a derecho esta filosofía a raíz del recurso presentado por la Diputación de Alicante. De esta sentencia, un varapalo importante, no solo un tirón de orejas, extraemos que desde la Justicia se pone de manifiesto que la política educativa de la Generalitat es ilegal, ideológicamente antidemocrática más allá del procedimiento artero que se han utilizado para sortear los tiempos de la justicia.
¿Qué han hecho el señor Marzá y su equipo? ¿Dimitir, modificar, rectificar? Pues no, justo lo contrario, reafirmar su filosofía, contraria a las leyes, erre que erre.
Los valencianos en general y quienes tienen hijos en edad escolar, en particular, sería conveniente que estuvieran atentos a qué ocurre en el colegio al que acuden sus hijos en materia de lenguas y posibilidad de elegir.
Cataluña está en la mente de todos, la insostenible situación, las actuaciones difíciles de entender, el desprecio de algunos al resto de los españoles; todo ello ha tenido un periodo de maduración, largo y en silencio cuyo resultado es lo enunciado anteriormente .Para ello se educó a generaciones de catalanes en el sectarismo, incluido el lingüístico y lo que es peor con el asentimiento callado por el Gobierno central de turno que callaba a cambio de unos votos para los presupuestos. Pais…
