Entre los meses de abril y junio en Castellón se juzgó a 213 personas y 181 fueron condenadas
Castellón Información
La Comunitat Valenciana, con 5.568 mujeres, ha sido el segundo territorio del país en la tasa que relaciona el número de víctimas de violencia de género por cada 10.000 mujeres, con un cociente de 22,14 en el segundo trimestre de 2018, solo superada por Illes Balears y por encima de la media nacional, que se fija en 16,89.
Son datos que se han dado a conocer hoy por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, según los cuales 5.568 valencianas aparecen como víctimas en las 5.749 denuncias presentadas en los órganos judiciales del territorio valenciano entre los meses de abril a junio de este año.
Estos registros suponen un incremento interanual del 4,3% en el número víctimas, que fueron 5.340 en el segundo trimestre de 2017. En el periodo analizado subió también, aunque más discretamente, el número de denuncias presentadas al pasar de 5.727 entre abril y junio de 2017, a 5.749 en el mismo periodo de 2018.
Un 61,5% de las denuncias fueron presentadas por la propia víctima, directamente en el juzgado o a través de los correspondientes atestados policiales. Las denuncias interpuestas por familiares fueron 115 durante el trimestre analizado, un 2% del total. 21 fueron interpuestas por los familiares directamente ante los órganos judiciales, lo que significa un aumento interanual del 110%, y 94 a través de atestado policial.
Algo más del 18% de las causas abiertas en los órganos judiciales valencianos tuvieron su origen en partes de lesiones remitidos por los servicios sanitarios y un 2,6% en denuncias presentadas por servicios asistenciales y terceras personas.
Enjuiciados y condenados
Los juzgados y tribunales valencianos juzgaron a 1.733 personas en el ámbito de la violencia de género durante el trimestre analizado, de las que 1.304 fueron condenadas y 429 absueltas.
Los Juzgados de lo Penal asumieron 880 de estos procedimientos de los que el 66,59%, es decir 586, fueron condenatorios. Los Juzgados específicos de Violencia sobre la Mujer juzgaron a otras 830 personas, de las que condenaron a 697 personas, esto es un 83,98%.
El mayor porcentaje de condenas, un 91,3%, se produjo en las resoluciones emitidas por las Audiencias Provinciales de Valencia, Alicante y Castellón, tribunales en los que se juzgó a 23 personas en materia de violencia, y se condenó a 21.
Por provincias, el conjunto de órganos judiciales de la provincia de Valencia enjuiciaron a 867 personas, de las que 658 fueron condenadas durante el segundo trimestre de 2018. En Alicante, los juzgados y tribunales competentes en el ámbito de la violencia condenaron a 465 personas de las 653 que se enjuiciaron en el trimestre analizado. En Castellón, se juzgó a 213 personas y 181 fueron condenadas.
Órdenes de protección
Los Juzgados de Violencia sobre la Mujer de la Comunitat Valenciana concedieron más del 82% de las órdenes y medidas solicitadas para la protección y seguridad de las víctimas, con 1.017 adoptadas frente a las 1.238 incoadas. Durante el segundo trimestre de 2018, estos órganos especializados denegaron 200 órdenes de protección, un 16%, e inadmitieron 21, un 2%.
Medidas Civiles y Penales
Los órganos judiciales valencianos adoptaron igualmente en el segundo trimestre del año, y derivadas de las órdenes de protección y de otras medidas cautelares, un total de 673 medidas civiles de protección de mujeres y/o menores víctimas de la violencia de género. De esas medidas civiles, destaca el número de medidas de atribución de la vivienda, 167, y de prestación de alimentos, 213.
En cuanto a medidas penales de protección se acordaron 2.446, de las que destaca la orden de alejamiento, adoptada en 924 casos y la prohibición de comunicación, acordada en 891 casos. Se adoptaron asimismo 32 medidas privativas de libertad.
Valoraciones de la presidenta del Observatorio, Ángeles Carmona
La presidenta del Observatorio, Ángeles Carmona, valora de manera muy positiva algunos aspectos que arrojan las estadísticas sobre violencia de género conocidas hoy: en primer término, el incremento de las medidas civiles tendentes a la protección de las víctimas de violencia de género, tanto mujeres como menores, así como el mantenimiento del porcentaje de órdenes de protección concedidas, casi un 68 por ciento en los juzgados de violencia sobre la mujer y superior al 74 por ciento en los juzgados de guardia.
En el mismo sentido, cabe destacar la consolidación de la tendencia de incremento de la cifra de condenas a maltratadores, tras el aumento interanual de más de un punto porcentual.
Una vez más, pues, el mensaje a trasladar a la ciudadanía tiene que ver con que, pese a todos los imponderables que coexisten en una materia tan sensible como es la violencia de género, no hay impunidad alguna y el Estado de Derecho funciona.
Al constatar, por otra parte, el descenso de las denuncias (un 1,4 por ciento menos que en el segundo trimestre de 2017), Ángeles Carmona pone el acento, por un lado, en la disminución, siempre importante, del número de víctimas de violencia de género y también en el incremento, aunque todavía insatisfactorio, de las denuncias presentadas por familiares de las víctimas, y por otro lado, en la necesidad de apostar por la visibilidad de la violencia de género acompañada por la prevención, la protección y el amparo a las víctimas.
La presidenta del Observatorio no puede dejar de mencionar el tremendo dolor y desgarro interior que experimenta la sociedad española con todos y cada uno de los episodios de violencia de género que, desgraciadamente, han proliferado en las últimas semanas. Y una vez más, vuelve a apelar al esfuerzo y a la generosidad de todos los estamentos sociales y políticos para que puedan ser visibles muy pronto los efectos beneficiosos del Pacto de Estado.
Finalmente, la presidenta del Observatorio, Ángeles Carmona, a la vez que recuerda que las víctimas de violencia de género se merecen la unidad de todos (fuerzas políticas y sociales, colectivos y corporaciones, sociedad y medios de comunicación) en la respuesta frente a un fenómeno que tiñe de sangre nuestra convivencia ciudadana, pide a las víctimas que sigan confiando en las instituciones del Estado, inmersas como están –que no quepa duda- en la tarea de erradicar de la sociedad la violencia sexista.