El presidente quiere despedirse con una gestión impoluta y, a poder ser, con el apoyo unánime de todos los grupos
El presidente de la Diputación, Javier Moliner ha presentado esta mañana los que serán sus ‘últimos’ presupuestos al frente de la institución. Una previsión de 143 millones de euros, sin deuda, y con unas inversiones que se han triplicado en los últimos 7 años. Fiel a su gestión, Moliner se despide con la intención de que las instituciones sean algo más que encontronazos políticos, y se conviertan en modelos de consenso y de buena gestión: "Es posible hacer otra forma de hacer política”.
Castellón Información
El presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner, ha presentado esta mañana los presupuestos de la entidad para 2019. Una previsión económica que Moliner solo gestionará durante la mitad del año, ya que hace tiempo que anunció su retirada de la política y, por tanto, no se presentará a las próximas elecciones.
Los presupuestos presentados por Moliner tienen dos lecturas. Por una parte, la meramente numérica, y por otra, la que representan un balance de gestión y una iniciativa que tenía como objetivo, demostrar que se podía realizar un modelo de gestión diferente a la política del enfrentamiento, un modelo basado en consensos y diálogo en la que los beneficiados sean los ciudadanos.
143 millones de euros
En el aspecto numérico y contable, el presupuesto para el 2019 ascenderá a 143 millones de euros, y pasan de 17 a casi 55 millones de inversión en apenas siete años, con la mayor capacidad inversora de la historia de la Diputación. Además, las cuentas del Gobierno Provincial dejan a cero por primera vez en su historia el capítulo de gastos financieros al haber eliminado la deuda con los bancos.
En este sentido, Moliner ha recordado: “Cuando llegamos nos encontramos una Diputación con 140 millones de deuda que destinaba 13,5 millones a costes financieros e invertía 17 millones. Hoy venimos a presentar el presupuesto que por primera vez deja a cero la deuda y los costes financieros y eleva a su máximo histórico la capacidad inversora. Unas cuentas que nos permitirán multiplicar inversiones en aquellas áreas vitales para el progreso de esta tierra, un presupuesto que responde a una estrategia definida y un trabajo incansable de siete años”.
Entre las claves presentadas por el presidente Moliner de las cuentas provinciales del próximo ejercicio, destaca la capacidad inversora de casi 55 millones de euros, sumando los 35,8 millones de inversiones y los 18 millones de superávit. “Hemos pasado de destinar a inversiones directas un 14% del presupuesto a un 36%. Un presupuesto en el que por primera vez aumentan más las inversiones que el propio presupuesto, ya que aumenta presupuesto 8 millones y las inversiones 8,68 millones”.
Moliner ha asegurado que estas cuentas son posibles gracias a un notable ejercicio de reducción del consumo de recursos internos para destinarlos a los pueblos, “haciendo más con menos”, como demuestra la bajada del capítulo de personal por debajo del 19%. “Fuimos la primera Administración española que consiguió un capítulo de personal por debajo del 20% y hoy lo presentamos del 18,7%, y aquí quiero agradecer el esfuerzo de los excelentes trabajadores de esta casa”.
La administración que más invierte en Castellón
El presidente Moliner ha hecho hincapié en que “un año más este Gobierno Provincial se reivindica como la Administración que, con un presupuesto ínfimo respecto al de otras administraciones, con 150 veces menos de presupuesto que la Generalitat y más de mil veces menos que el del Estado, somos la Administración que más invierte directamente en nuestros pueblos. No hay ninguna Administración supramunicipal en condiciones de garantizar una inversión superior directamente en nuestra provincia para el próximo ejercicio”.
Otra forma de hacer política
La segunda lectura de estos presupuestos se basa en el sistema con el que Moliner ha querido cambiar la forma de gestión.
Con mayoría absoluta al frente de la institución, la mayor parte de los temas más importantes de gestión han contado hasta el momento con el apoyo de todos o de la mayor parte de los grupos políticos.
Y esto es así, manifestaba Moliner, porque la política debe ser el arte de llegar a acuerdos y consensos en beneficio de los ciudadanos.
Porque los ciudadanos no entienden de instituciones que se enfrentan unas con otras sin sacar adelante lo que realmente les afecta. Lo importante es una política de gestión que anteponga las necesidades reales de los ciudadanos a las siglas particulares de cada grupo político.
De esta forma, Moliner ha elaborado sus últimos presupuestos y confía también en que, pese a las fechas, pre-campaña electoral que ha empezado ya de la forma más intensa, los grupos políticos den su apoyo a las previsiones económicas.
¿Será esto posible en un momento en el que vale cualquier cosa por conseguir un puñado de votos? Eso se verá el próximo 20 de noviembre, en el pleno de Diputación.
Unas cuentas abiertas a la oposición para conseguir consenso
“Presentamos unos presupuestos que nacen de la escucha activa con todos los municipios, que no buscan ningún rédito electoral, sin convenios singulares, basados en los pilares que apoyamos todos los grupos, presentamos unos presupuestos que cualquier gestor público desearía y ante los cuales sería muy complicado oponerse. Ya hemos aprobado los presupuestos de Turismo y Bomberos sin ningún voto en contra y aspiramos a conseguir el máximo consenso político para las cuentas que guiarán la actuación provincial de 2019”.
Mientras tanto, Moliner apunta que los presupuestos del 2019 “son el resultado de una apuesta radical desde 2012 de este Gobierno Provincial por buscarle a esta Administración una forma de relacionarse desde la buena Gobernanza, el diálogo, consenso y la transparencia pero centrada en la gestión eficiente. Pues la gestión pública es la base para hacer políticas útiles al territorio”.
“Hoy venimos a demostrar que hemos cumplido con nuestro proyecto y hemos dado la vuelta a la situación económica en la que nos encontramos la Diputación. Hemos demostrado que es posible otra forma de hacer política diferente a la que estamos viendo en el ecosistema que nos rodea, una política basada en la gestión, la búsqueda de consenso y el liderazgo.
Una Diputación útil para una provincia protagonista
El presidente de la Diputación ha resaltado en este sentido: “el último presupuesto de nuestra segunda legislatura que cierra el ciclo del proyecto político que emprendimos en 2011. Un proyecto que empezamos a trabajar con las premisas de la eficiencia en la gestión, la disminución del peso de la administración para dárselo a nuestros pueblos y aumentar la capacidad inversora de la Diputación. El objetivo era, desde la Gobernanza, ser más útiles a los castellonenses en forma de más y mejores servicios, nuevas infraestructuras y multiplicando oportunidades, y hoy presentamos estas cuentas con la satisfacción del objetivo cumplido”.
