Santiago Beltrán. Abogado.
El denominado Bárcenas gate puede resumirse del siguiente modo, sin ánimo de ser exhaustivo:
Hechos:
La contabilidad oficial del PP ha sido revisada y fiscalizada por el Tribunal de Cuentas y no ha encontrado irregularidades de ningún tipo. Los documentos donde constan las anotaciones de pagos a miembros del PP y los ingresos por donaciones, no son la contabilidad oficial del PP y no han sido fiscalizados por el Tribunal de Cuentas.
El PP está auditando internamente sus cuentas oficiales. El PP no está auditando internamente las cuentas que aparecen en los papeles de Bárcenas.
Algunos miembros del PP reconocen que las anotaciones que aparecen en los papeles de Bárcenas son ciertas. Otros miembros del PP niegan que las referencias que les afectan a ellos lo sean. Algunos políticos de la actual dirección del PP no figuran en dichos documentos y no tienen que reconocer ni desmentir nada.
Los ingresos por donaciones privadas que aparecen en los documentos de Bárcenas están en su integridad fuera de la ley. Todos han sido realizados en metálico cuando la norma exige ingreso en una cuenta bancaria. Tres cuartas partes de los mismos superan el máximo legal posible de sesenta mil euros (actualmente se permiten donativos de cien mil euros a lo sumo). Muchas de las empresas tenían contratos públicos, por lo que no podían hacer donaciones por imperativo legal.
La práctica totalidad de las entradas y salidas que figuran en los documentos de Bárcenas, de ser declaradas fraudulentas estarían prescritas. El dinero encontrado en cuentas extranjeras a Bárcenas por importe de 22 millones de euros de demostrarse su procedencia ilícita no podría exigírsele por derivar de delitos prescritos. Bárcenas ha regularizado la situación oculta de 11 millones de euros, aprovechando la reciente amnistía fiscal aprobada por el Gobierno del PP, del que fue tesorero. Lo ha declarado a través de una sociedad de la que forma parte y ha pagado un 10% del capital blanqueado. El esfuerzo fiscal del resto de españoles ha sido en el 2012 del 40%, el más alto de Europa.
Presunciones:
Algunos de los máximos dirigentes del PP, pasados y presentes, que figuran en los papeles de Bárcenas, han sido receptores de dinero no contabilizado en las cuentas oficiales del PP. Entre ellos figuran, el Presidente del Gobierno y del partido Mariano Rajoy, la secretaria general actual y Presidenta de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, MD Cospedal, el anterior secretario general y ex triministro de interior, justicia y administraciones públicas, Ángel Acebes, el ex ministro de interior, ex presidente del PP vasco y actual eurodiputado Jaime Mayor, entre otros muchos.
Los beneficiarios de los referidos sobresueldos no han declarado los ingresos a Hacienda en sus declaraciones tributarias. Tampoco lo han hecho los particulares y empresas benefactoras. Consecuentemente son, en puridad, defraudadores, aunque por cuantía no sean delincuentes.
Una parte no determinada de los ingresos que entraron en las arcas del PP por este conducto y que no fue repartido a título particular, ha servido para financiar irregularmente al partido.
Consecuencias:
La Fiscalía General del Estado y la Audiencia Nacional, deben investigar las cuentas del partido, con independencia a que los ilícitos tributarios, contables y documentales estén previsiblemente prescritos, y que el peso de la justicia caiga contra los responsables, sean quienes sean.
Los citados por Bárcenas en su contabilidad opaca deben justificar cumplidamente, en el ámbito político, que los papeles son falsos; o si son ciertos, que han declarado puntualmente todos los ingresos percibidos al Fisco; o dimitir de todos sus cargos, fuera y dentro del partido.
También deberán figurar, en su caso, en las listas de defraudadores tributarios que Montoro quiere hacer públicas por motivos ejemplarizantes y de escarnio general.
El Gobierno debe poner en marcha los mecanismos legales necesarios para suprimir el carácter reservado de los datos relativos a los sujetos acogidos a la regularización por tenencia de activos opacos, para que puedan ser de público y general conocimiento, en un ejercicio de transparencia, que hoy se torna absolutamente imprescindible.
El PP debe presentar de forma inmediata, las denuncias y querellas que correspondan, contra todos los miembros de la organización que hayan actuado ilícitamente, comenzando desde hoy mismo con el ex tesorero Luís Bárcenas, salvo que quieran que se les considere cómplices, encubridores y cooperadores necesarios de los posibles delitos cometidos por aquéllos, con independencia a la responsabilidad civil subsidiaria que sin duda se les deberá imponer.
