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viernes, 22 de noviembre de 2024 | Última actualización: 14:57

Las manos del futuro

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Guillermo Miró. Ingeniero Industrial.

Hola a todos. Recientemente viajaba en tren de vuelta a casa, y la casualidad hizo que me sentara al lado de una profesional de la sanidad, la cual estaba hojeando unos folletos sobre  lo que parecía una prótesis de mano. Con la curiosidad propia de un niño, le pregunté sobre lo que estaba mirando, y muy amablemente me explicó las nuevas tendencias en el campo de las prótesis de mano. La mano es una de las zonas del cuerpo más complejas, ya que somos capaces de realizar actividades cotidianas con naturalidad y sin necesidad de pensar concretamente en el proceso que llevamos a cabo gracias a una unión de nervios, tendones, huesos, músculos y articulaciones.  Para personas que han perdido la mano debido a una enfermedad o accidente, las nuevas prótesis permiten coger objetos redondos, folios y servir un plato plano, cosas imposibles hasta ahora.

Y es que las prótesis han sido siempre acompañantes de los seres humanos. La más antigua que se ha encontrado en el mundo proviene de la cultura egipcia: el dedo gordo del pie derecho de una momia femenina (1550 - 1300 a.C.) fabricado con 3 piezas de madera marrón sujetadas con correas al pie. Los dispositivos prostéticos son, sin duda, una de las creaciones más funcionales que se pueden construir. Una prótesis es un dispositivo que sustituye una parte del cuerpo desaparecida por alguna razón. Aunque las más conocidas son las prótesis para las diferentes extremidades (mano, brazo, pie, pierna…) y articulaciones internas (muñeca, cadera, rodilla…), también se consideran prótesis las relacionadas con la mama, los aparatos dentales, los ojos y el corazón entre otros. Por ejemplo: una pieza dental sustituida, una válvula del corazón construida a base de plásticos, o un cristalino (la lente que tenemos dentro del ojo) que sustituye al natural y permite corregir problemas de cataratas.

Aunque hasta ahora las prótesis cumplan con creces las expectativas que le podríamos dar, el futuro se presenta aún más apasionante. Las investigaciones más punteras se mueven hacia la conexión viviente de las prótesis con el sistema nervioso, crear una especie de un “puente viviente” entre el sistema nervioso periférico de un ser humano y un dispositivo prostético. Un puente que permita enlazar los nervios vivos en un extremo con cables conductores de electricidad en otro. Si todo va bien, en algún punto se usarán esos puentes bio-híbridos para unir nervios dañados en el ser humano de manera que un dispositivo prostético pueda moverse y sentirse como una parte del cuerpo natural.

La tecnología ha de estar al servicio del ser humano, y esta es una de las aplicaciones más satisfactorias de la tecnología. Poder ayudar a otra persona a poder desarrollar todo su potencial y procurarle una vida mejor es una de las tareas más nobles  a las que uno puede dedicarse,  y éste es un claro ejemplo. Como siempre, los comentarios están abiertos a comentarios y sugerencias. Hasta la semana que viene.