La concejal de Cultura confirma que la guardará para un futuro ‘museo de los horrores’
El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Castellón, con el apoyo de CseM ha aprobado delegar en la concejal de Cultura la gestión de la ‘retirara’ de la Cruz del Ribalta, al considerarla un símbolo franquista. Ruiz ha asumido el reto ‘sin miedo’ y ha confirmado que los restos no se reubicarán en ningún otro sitio, sino que se guardarán para un futuro ‘museo de los horrores’
Esperanza Molina / Castellón Información
El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Castellón, con el apoyo de Castelló en Moviment, aprobó ayer tarde, delegar en la concejal de Cultura, Verónica Ruiz, la retirada de la Cruz del Ribalta.
El acuerdo se adoptó después de que los tres grupos se pusieran de acuerdo para presentar una moción sobre ‘La Cruz de los Caídos del Ribalta’, y después de las últimas pintadas aparecidas ayer, que atacaban a la alcaldesa de Castellón.
Con este acuerdo, el Grupo Socialista cumple con sus socios de Gobierno, pero se quita de encima ‘la responsabilidad’ de una demolición que podría no tener todas las garantías jurídicas. Al mismo tiempo, se pone de perfil ante una actuación que podría restarle votos.
Esta es al menos la conclusión que se sacó después del pleno y de realizarse el anuncio de la delegación de competencias. Pese a todo, concejales como el de Ciudadanos, Vicente Vidal, mostraron su convencimiento de que la Cruz no se retirará en esta legislatura.
Según manifestó el concejal de Urbanismo, Rafa Simó, el Grupo Socialista siempre ha coincidido con sus socios en la necesidad de retirar la cruz del Ribalta. El problema, a juicio de Simó, es que, según la Ley de Memoria Histórica, habría que demostrar que se trata de un símbolo franquista, y para eso, habría que ratificar que se han producido manifestaciones franquistas durante los últimos años. Sin eso, la cruz puede considerarse como un símbolo religioso y, por tanto, la tramitación administrativa no tiene todas las garantías jurídicas.
No opinan lo mismo Verónica Ruiz, concejal de Cultura, ni Xavi del Señor, portavoz de Castelló en Moviment. Ambos mostraron en el pleno la fotografía de una manifestación, y señalaron que, lejos de ser un símbolo religioso, está demostrado que solo obedece al homenaje de la dictadura sobre las víctimas y la represión que se llevó a cabo.
El proceso de la retirada de la Cruz del Ribalta, según Rafa Simó y Verónica Ruiz, tiene que cumplir una serie de procedimientos.
Por una parte, está el informe de expertos y de la Comisión de Justicia que, según quien realice la lectura, dice una cosa u otra.
Según la concejal de Cultura, demuestra que se trata de un símbolo franquista. Según otras lecturas, indica, que se creó como un símbolo franquista y fue reconvertido en la etapa democracia para ser homenaje de todas las víctimas. Este mismo informe señala, que carece de valor monumental, y que es el ayuntamiento quien tiene la potestad de decidir si lo mantiene o no.
Por otra parte, el Parque Ribalta está condicionado por su declaración como Bien de Interés Cultural, eso quiere decir, que no puede tocarse sin el permiso expreso de la Conselleria de Cultura.
Para ello, es preciso realizar varios proyectos que deben contar con la aprobación de la Conselleria de Cultura. Los tres han de pasar por el área de Urbanismo y de parques y Jardines.
El primero, deberá detallar cómo se va a realizar la retirada del monumento. El segundo, exige un estudio arqueológico de la zona; y finalmente, el tercero, determinará el qué se realizará y cómo en el espacio que ahora alberga ese documento.
Con la decisión adoptada ayer tarde, el Ayuntamiento deberá iniciar el expediente de retirada. Según informaba Verónica Ruiz, para ello es necesario que el secretario del Ayuntamiento redacte un documento jurídico, “que se basa en la Ley de Memoria Histórica, y que dirá que ese documento se tiene que retirar. Una vez iniciada esa tramitación se tiene que dar audiencia a todas las partes que correspondan. Eso quiere decir que, por ejemplo, se tiene que dar audiencia a Demócratas Cristianos que interpusieron en el Juzgado contencioso administrativo una demanda; también a los protectores de la Cruz, como al Grupo de la Recerca Histórica, como a la Plataforma de Amigos del Ribalta y a todas las partes que, de verdad, están interesadas...”
“Una vez transcurridos esos 15 días hábiles en los que los interesados pueden plantear recursos administrativos, continuaba Ruiz, será también la concejalía de Cultura, con el responsable de la redacción de ese informe la que tramitará las alegaciones”.
“Resueltas las alegaciones y cerrada esa fase en la que se resuelva que, si que se tiene que aplicar la Ley de Memoria Histórica, se cierra ya y comienzan a ejecutarse los proyectos desde la concejalía de Urbanismo. Por tanto, la solución ha pasado por delegar en la concejal de Cultura esas competencias que antes tenía la Junta de gobierno Local”.
Verónica Ruiz agradecía la moción de Castellón en Moviment que ha posibilitado que ella pueda ejecutar esta decisión que tenía tomada desde el minuto cero desde que fue parte de una lista electoral que firmó el Pacto del Grao. “Estaba plenamente convencida de que eso se tenía que hacer”.
Ha añadido que, desde que se creó la Comisión de Vestigios Históricos en 2015, ya estuvo intentando reunirse con los técnicos y tratando el tema, siempre de la mano del Grupo de la Reserca Histórica de Castellón, y su asesoramiento. “Por fin, puedo iniciarlo yo”.
La concejal de Cultura ha manifestado, que no teme por las responsabilidades que esta decisión conlleva. “La responsabilidad jurídica la tengo yo, estoy encantada de asumir la responsabilidad, y no, no tengo miedo”.
Según exponía Verónica Ruiz ayer noche: “el secretario municipal iniciará hoy mismo el procedimiento para que en la próxima Junta de Gobierno en que se puedan delegar las competencias, se haga posible. Mientras tanto llevaremos los expedientes ya redactados a la Conselleria de Educación y Cultura, que es quien tiene que informar favorablemente a los dos proyectos. En el momento en que tenga esos informes favorables, que estoy segura de que Conselleria lo hará inmediatamente, por que están a la espera desde hace mucho tiempo, tienen su compromiso firme de hacerlo inmediatamente, y yo tenga ya las competencias delegadas, empezaré inmediatamente ese expediente para retirar ese vestigio franquista del Parque Ribalta.
Ruiz también ha confirmado a preguntas de los periodistas, que su intención no es la de trasladar la Cruz a ningún otro sitio, sino la de guardar los restos en un almacén municipal. “Se retirará, no se reubicará; el vestigio tratará de guardarse en un almacén municipal, por si un día se puede crear, también bajo la dirección de la Conselleria de Cultura, un 'museo del horror' eso pueda mostrar con su placa, qué significa el monumento y por qué”.
