Miguel Bataller. Ciudadano del mundo y jubilado.
Casi todos los aficionados al fútbol y muy especialmente los casi veinte mil socios del equipo y todos sus simpatizantes nos preguntamos desde hace ya unos dos meses al menos la pregunta que encabeza mi columna.
Antes de empezar tengo que explicarles, que me voy a limitar a exponer mi opinión personal, que no es la de un técnico profesional, ni siquiera la de un periodista deportivo, pero si la de un enamorado del deporte y muy especialmente del deporte rey, socio del Villarreal desde hace casi veinte años, que son los que llevo viviendo en Burriana y antes más de treinta socio del Valencia CF del que aún mantengo unas acciones, hasta aquella lamentable penúltima jornada de Liga, en la que el Valencia ya se había clasificado para jugar la Champions el año siguiente y a nosotros nos bastaba un empate en Mestalla, para mantener la categoría y sin embargo pasado el minuto noventa, Jonás de un cabezazo a la salida de un corner marco el 1-0 para el Valencia y esa circunstancia acompañada de la mala suerte de perder el Villarreal su último partido en casa contra el Atlético de Madrid por 0-1 con gol de Falcao y otros resultados muy sospechosos, acabaron con los amarillos en Segunda División de una manera increíble.
Nunca más renové el pase del Valencia por no comprender aquella situación, aunque sigo siendo un aficionado del Valencia y le deseo lo mejor, como al Villarreal, alegrándome de sus éxitos y sufriendo por sus fracasos, porque mi corazón lleva los colores del Santo Padre:
Amarillo y blanco y así será siempre.
Dicho esto, añadiré que a los 15 años ya hacía las crónicas del equipo de fútbol en Tercera División para la Hoja del Lunes y Deportes y luego cuando me vine a estudiar en la Escuela Técnica del Comercio Frutero al Colegio Salesiano de Burriana, solía retrasmitir partidos de futbol, tanto desde el campo del San Fernando, como desde el Dels Cuatre Camins de Carcagente, bien pasara el fin de semana en Burriana o en Carcagente, para Radio Burriana.
Es decir casi sesenta años viendo fútbol y analizándolo, sin haber cobrado nunca una sola peseta por ello, me permiten poder ver con objetividad las situaciones especiales que suelen darse en el fútbol y que muchas veces parecen incomprensibles, incluso para mí.
En mi opinión el problema fundamental del primer equipo del Villarreal, desde agosto hasta hoy, es decir, durante casi toda la primera vuelta, es muy evidente.
El Villarreal, desde su regreso a la Primera División, hasta el inicio de esta temporada, ha venido jugando siempre un patrón de juego basado en un centro de campo muy sólido con dos jugadores esenciales en el mismo.
Uno de ellos ha sido lo que yo llamaría “el ancla defensiva” que ha sido siempre Bruno hasta su lamentable lesión y a quien sustituyó magistralmente Rodrigo , formado en el filial a su imagen y semejanza y con unas características físicas y técnicas muy similares, aunque Bruno era zurdo y Rodri más diestro que ambidiestro.
Jugadores de gran altura y potencia de salto, siempre bien situados y ofreciéndose para sacar el balón con una técnica depurada, con lo que se conseguía contrarrestar el juego aéreo de los adversarios con singular sencillez, cuando estos centraban balones altos, tanto laterales desde la banda como diagonales o largos desde campo propio o medio campo.
El otro era ese jugador pausado, inteligente, creativo e incluso con muy buen último pase y remate desde fuera de área, que era el encargado de canalizar la creación ofensiva del equipo, para bien fuera aprovechando el juego de bandas de jugadores rápidos y habilidosos o con un juego interior de pases cortos y al pie, que siempre solían dejar en posiciones positivas a los goleadores del equipo.
Este jugador en las últimas temporadas ha sido Manu Trigueros, sin la menor duda, y con esos mimbres en el centro del campo nuestro sistema defensivo, formado por Mario, Álvaro, Víctor Ruiz y Jaume Costa por delante de un Asenjo siempre impecable (también este año), apenas encajaba goles y tenía una producción ofensiva muy productiva ya fuera con Baca, Bakambu, o cualquier otro de los muy buenos atacantes que hemos tenido a lo largo de esos años.
Es decir que el equipo estaba equilibrado y compesado.
Este año, no es que haya fallado Calleja, que el año pasado nos metió en Europa, ni individualmente lo hayan hecho los jugadores (aunque algunos disten mucho de la forma que tuvieron en temporadas anteriores).
Ni tampoco que los jugadores que se han fichado sean malos, porque todos ellos son en mi opinión jugadores muy válidos para mantener nuestras aspiraciones a jugar en Europa.
Caseres es un trabajador estajanovista incansable, con mucha capacidad destructiva y válido como “perro de presa” de contención, pero ni es un jugador tipo Bruno o Rodrigo, ni tampoco equiparable e Manu Trigueros.
Fornals fue el año pasado la revelación amarilla y por eso ya es internacional por España y Calleja le encontró su mejor posición como media punta de un centro de campo en rombo, que nos funcionó muy bien con el ancla de Rodrigo y ahora deambula con más pena que gloria por las bandas sin encontrar nunca su verdadera ubicación.
Algo parecido le ocurre a Cazorla un enorme jugador con el balón en los pies, pero al que aún no se le ha encontrado la ubicación más adecuada para sus condiciones y forma física actual, aunque presiento que la idónea sería la misma que la de Fornals.
Pedraza es un jugador como la copa de un pino, que siempre jugó en banda y mirando a la portería contraria, ahora demasiadas veces juega de lateral izquierdo y sufre porque aún no tiene asimilados los conceptos defensivos.
Sería un carrilero zurdo excepcional con una defensa de tres centrales mientras Samu Chukuhedze está dándole al equipo una profundidad y capacidad de desborde en banda derecha excepcional, además de goles.
Gerard Moreno y Ekambi siendo distintos son dos buenísimos delanteros que han llegado para potenciar nuestra capacidad goleadora.
¿Entonces a qué se debe la crisis de resultados?
En mi opinión a dos razones fundamentales:
1) Manu Trigueros, después de su operación a final del verano, no se ha recuperado bien de la misma quizás por haberse precipitado en su reincorporación al equipo, cuando clínicamente ese tipo de operaciones necesitan más tiempo para fortalecerse los músculos, y por eso se le ve con dificultades para moverse e incluso para manejar la pelota con la maestría que lo ha hecho siempre. No se le puede haber olvidado jugar bien o muy bien como siempre lo hizo.
Necesita descanso y recuperarse totalmente porque hace más faltas que nunca, por no encontrarse totalmente recuperado.
No soy médico ni fisioterapeuta, pero creo que unas semanas de descanso competitivo, le vendrían como agua de mayo para volver a ser él.
2) Se necesita un centrocampista defensivo, de más de 1,85 si se puede. Tiene que ser la solución a los problemas defensivos del equipo en juego aéreo y dominar bien la posición entre los centrales, ya que los equipos rivales, han detectado el punto débil del Villarreal, y en las segundas jugadas a balones centrados es donde se gestan la mayoría de los goles que encajamos.
Cuando nos adelantamos en el marcador nosotros, acabamos empatando o perdiendo cuando nos meten en nuestra área y cunde el desorden en las segundas jugadas, por no disponer de “baterías antiaéreas” que saquen los balones con sentido, ya que sólo el central zurdo, sea Víctor o Funes Mori se imponen por alto y ´Slvaro algo menos aunque es muy valiente.
Con un hombre así, incluso podríamos adaptarnos perfectamente a jugar con tres centrales y dos carrilleros largos arropados o con el sistema tradicional que venimos jugando, alternativamente ya sea con el centro de campo el rombo o en línea de cuatro, ya que disponemos de muy buenos jugadores para estas dos variantes.
Por lo visto la directiva ha puesto sus ojos en Iborra, que obedece perfectamente a ese perfil, y está acostumbrado tanto a defender como a atacar en el juego aéreo.
El único “pero” es su edad, porque es una inversión muy difícil de recuperar luego mediante traspaso, si bien se puede amortizar perfectamente en un contrato a medio plazo, si sus exigencias para volver a jugar en casa, no son excesivas, porque en el Leicester apenas juega y por su carácter y forma de entender la vida estoy seguro de que no disfrutara allí de esa situación.
Otra alternativa en mi opinión sería recurrir a la cantera.
Yo sigo al Villarreal B y esta temporada esta cuajando en esa posición una temporada excepcional Ramón Bueno, que es el “ancla defensiva” del equipo, y desde que juega el equipo va muy bien y su regularidad y serenidad en el corte y salida de balón son muy buenas.
El equipo apenas recibe goles y no ha salido de los puestos de cabeza desde que Ramón empezó a desempeñarse en esa posición.
E incluso Morlanes, es probablemente el jugador de la plantilla mas parecido a Manu Trigueros por lo que procurando alternarlos a los dos en el centro del campo acompañados de otro jugador veterano y experto, podríamos estar perfilando ya el equipo para el año que viene, puesto que a partir de Enero tendremos que competir en tres competiciones y habrá minutos para dar y repartir entre todos ellos, aunque no sé con seguridad, si por su edad Ramón Bueno podría alternar jugando tanto en el primer equipo como en el B, pero Morlanes seguro que si.
Espero y deseo que el Año Nuevo, venga acompañado de algo mas de suerte de la que hemos tenido esta temporada desde su inicio hasta hoy, ya que estoy escribiendo esta columna recién terminado el partido de Huesca, donde se ha confirmado en gran medida lo que expongo, aunque ya lo vimos antes en Almeria y en casa contra el Rapid de Viena y otros equipos que jugando mucho peor que nosotros, nos empataron o ganaron con juego directo aéreo, que no supimos ni pudimos contrarrestar.
Esta es la opinión de un seguidor del Villlarreal, sin ánimo de pontificar, pero que deseo lo mejor para mi equipo.
Feliz Navidad y próspero año nuevo a todos ustedes y sobre todo al Villarreal CF.