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El Castellón regresó al trabajo este miércoles, en doble sesión, con la mirada centrada en el partido del domingo contra el Teruel en el estadio Castalia, a las 17.15 horas, un partido que adquiere mucha importancia debido a que tras el empate del pasado fin de semana en el campo del Ebro ha regresado a la última posición de la clasificación. Así es que frente a la escuadra turolense no se puede fallar, para no alejarse más de la salvación.
El equipo es consciente de la importancia que tienen los puntos en juego ante el Teruel, que es un rival directo por la permanencia. El conjunto albinegro cayó derrotado en su último encuentro como local ante el Espanyol B (1-2), y ahora más que nunca al Castellón le hace falta sumar un triunfo para coger impulso y salir del descenso.
Para el partido contra el Teruel el técnico podrá recuperar a Kilian Morante y a Pablo Roig, tras recuperarse de sus molestias, mientras que no podrá contar con Rubén Díez debido a una cláusula en el contrato. Este futbolista fue fichado en enero del Teruel y uno de los acuerdos era que no jugara contra los turolenses.
