Antonia García Valls. Portavoz del PSPV en el Ayuntamiento de la Vall d'Uixó.
La contrarreforma que se pretende con la LOMCE es un paso más en la ofensiva ideológica del PP en nuestro país. Una vez más se sirven de la crisis económica para hacer lo que hubieran hecho también en tiempos de bonanza económica: cargarse un sistema educativo que apuesta, claramente, por la igualdad de oportunidades.
Han conseguido poner en contra a toda la comunidad educativa que apuesta por la educación pública, gratuita y de calidad como camino fundamental para la igualdad de oportunidades. Y es que la educación y la formación son el único camino para salir de la situación en la que estamos. Sin exclusiones, porque la mayor exclusión es la exclusión por la educación. El PP lo tiene muy estudiado.
Y la educación también es fundamental para formar ciudadan@s libres, con valores y con criterios. Pero hablamos de valores universales, de aquellos recogidos en las declaraciones internacionales y que formaban parte, precisamente de la asignatura Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos. Una asignatura que tenía una doble finalidad: por una parte, educar en valores que favorezcan el desarrollo de personas íntegras, libres, solidarias, tolerantes, con capacidad de pensar y discernir, con espíritu crítico, y por otra educar en valores democráticos, formar a futuros ciudadan@s, comprometid@s con la sociedad a la que pertenecen que tengan un conocimiento suficiente acerca de los fundamentos y modos de organización del Estado democrático, que sean conocedores de cuáles son sus derechos y obligaciones como ciudadan@s, y que ejerzan de forma eficaz y responsable la ciudadanía.
El PP borró de un plumazo la asignatura. Quizás la doble finalidad que se pretendía sea una molestia para su manera de gobernar. No quieren ciudadanía formada en valores y conocedora de sus derechos y obligaciones.
Con argumentos falsos, ya que no se pretendía ningún tipo de adoctrinamiento, cosa que si que se pretende con la Religión. Una cuestión que siempre he defendido que debería circunscribirse al ámbito privado. Con todo el respeto.
Educación para la Ciudadanía respondía a los objetivos y contenidos marcados por el Programa Mundial de Naciones Unidas para la Educación en Derechos Humanos y las directrices y recomendaciones del Consejo de Europa. Parece que el PP sigue más los dictados de la Conferencia Episcopal y de los sectores más reaccionarios a la hora de plantear su modelo educativo.
Una vez más estamos asistiendo a decisiones que suponen dar pasos atrás. Volver a modelos que segregan, que nos apartan del progreso y de las directrices internacionales.
Una decisión en pleno siglo XXI que nos lleva al siglo XIX. Ya lo he dicho en alguna ocasión, demasiada gente en este gobierno de la derecha que muestra una nostalgia exagerada por un pasado que hizo demasiado daño a la sociedad española.
