José Vicente Ramón Moreno.
Ustedes me dirán que ocurre todos los años pero creo que, o bien se me ha olvidado lo de los años anteriores, o bien es que este año ha sido con mayor virulencia.
No me refiero ni a las lluvias (que las hemos tenido) ni a ningún tornado (aunque por los efectos lo parezca) sino a la invasión indiscriminada de un centenar de vehículos diarios o de personas desperdigando a diestro y siniestro restos alimenticios, platos no biodegradables y alguna que otra botella rota, a pesar de que la organización de la Feria de la Tapa y la Cerveza había situado unos cuantos bidones hasta la altura de la rosaleda para las funciones de papelera.
En cuanto a los vehículos me gustaría decir a sus propietarios que tanto a los toros como a la ‘Tapa’ se puede ir a pie (como al resto de lugares durante las Fiestas) o se deja el vehículo donde proceda correctamente y a las autoridades que si queremos conservar el mejor pulmón de oxígeno que tenemos dentro de nuestra ciudad no lo conseguiremos haciendo la vista gorda y mirando hacia otro lado.
Ya tenemos bastante durante el año con algunos vehículos rotulados SMC que, a veces, circulan ‘despendolados’ con las consiguientes emanaciones extra para el Parque y de polvo para los usuarios del mismo y algún que otro vehículo que utiliza, sobre todo, el andén del TRAM para cruzar el Parque aunque no vaya de ‘emergencia’.
En cuanto a las personas y sus desperdicios esparcidos, ¿qué quieren que les diga?, todo se resume en una palabra, ‘educación’.