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viernes, 22 de noviembre de 2024 | Última actualización: 22:28

No te preocupes

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Jorge Fuentes. Embajador de España.

Por la boca muere el pez. Hace más de un lustro Rajoy tuvo la desgraciada idea de enviar un sms a su ex tesorero en apuros "Sé fuerte, Luis" y aquellas tres palabras le han perseguido hasta su defenestración y aun después como una némesis.

Estoy seguro que en el inevitable derroche de palabras que emiten nuestros políticos podríamos encontrar algunas expresiones de cada dirigente que resumirían telegráficamente toda su filosofía. Las de Carlos Arias serian "Franco ha muerto", las de Suárez, "Puedo prometer y prometo", González se retrató con su "OTAN, de entrada NO", coreadas por las de su mano derecha, Guerra "El que se mueva no sale en la foto", Aznar tuvo un estribillo, "Váyase, Señor González" y Zapatero se destapó con su frase "La Cámara aprobará el Estatut tal como venga de Cataluña".

Hasta hace poco, las palabras clave de Sánchez eran "No es no", pero desde la sesión inaugural de la Cámara Baja del pasado día 21, van a ser sustituidas por el "No te preocupes" dirigido al político preso Oriol Junqueras y que tanto podría ser una amable respuesta a su demanda "Tenemos que hablar", como podría tener un sentido más general y referirse a su situación carcelaria  con la promesa de un indulto post procesal.

La sesión de Cortes no tuvo desperdicio. Creíamos haberlo visto todo en la anterior legislatura, pero la actual promete ser muy superior en cuanto a escenificación circense.

De entrada, el esperpento representado por el barbudo sosias de Valle Inclán, Agustin Samarron; hablaba de la "sacra urna", de la "cola del pan" referida al "trombo" de diputados aglomerados junto a la presidencia y de otras ocurrencias proferidas desde su venerable y anciana autoridad.

Mucho más esperpénticas fueron las frases con que los diputados juraron o prometieron sus cargos. Algunas promesas fueron tan largas y repetitivas que el autor (Junqueras) tuvo que llevarlas escritas. Allí estaba todo: su republicanismo, su carácter de preso político, su independtismo, su acatamiento al resultado del 1-O, su promesa sujeta al imperativo legal.

Valdría la pena recoger las variopintas fórmulas utilizadas para una antologia del disparate. Reflejarian todas ellas la triste decadencia del parlamentarismo español y de nuestra vida politica en general.

Hace no tanto tiempo, Félix Pons rechazó la toma de posesión de varios diputados vascos  por incluir la fórmula "Por imperativo legal, prometo". El Tribunal Constitucional  quitó la razón a Pons quien tuvo que tragarse a aquellos iconoclastas  que, comparados con los contestatarios actuales, quedarían como monaguillos.

Tuvimos que esperar a que el brillante magistrado Manuel Marchena aclarara a los abogados del Procés que en esta vida, casi todo lo hacemos por imperativo legal: pagamos los impuestos, respetamos al prójimo, conducimos por la derecha, educamos a nuestros hijos, somos buenos ciudadanos etc, porque la ley así lo exige.

Pero de todas las actuaciones del dia 21 la más memorable será la de la nueva Presidente de la Cámara, Meritxell Batet. Llevaba bien preparada la lección: pase lo que pase, juren como juren, hay que aceptarlo todo. No hay que molestar a los diputados y mucho menos a los golpistas.

Y, por cierto, no hay que tener prisa en privarlos de su escaño, aunque la legislación sea clarísima  al explicitar  en el articulo 21 del reglamento del Congreso de los diputados, que quienes hayan delinquido, se encuentren en prision preventiva y sometidos a juicio deberán ser privados de sus escaños.

Había que ganar tiempo y, a ser posible, esperar a que pasaran las elecciones del día 26 para que no se distorsionara la voluntad del votante. De forma que Batet utilizó fórmulas dilatorias consultado al Supremo, a los letrados y a quien hiciera falta para intentar aguantar al menos hasta el día 27. La instantánea respuesta del Supremo y las amenazas de la derecha, pueden echar al traste con las perversas intenciones de la flamante e impuntual nueva presidente del Congreso.

¡La que se nos viene encima!