Una vez finalizada la campaña de excavaciones arqueológicas se ha constatado la necesidad de esta actuación para evitar derrumbes
Castellón Información/Juan José Benito
Una vez finalizada la campaña de excavaciones arqueológicas en el yacimiento íbero del Puig de la Misericordia de Vinaròs, se ha constatado la necesidad de consolidar sus muros para evitar derrumbes por las inclemencias del tiempo.
Así lo ha dicho el jefe del departamento del Servicio de Arqueología de la Diputación de Castellón, Arturo Oliver, esta mañana en una comparecencia en el Ayuntamiento de Vinaròs junto a la edil de Cultura, Anna Fibla.
Tras la campaña de excavaciones realizadas del 1 al 20 de este mes, y donde se han dejado al descubierto muros de casi tres metros de altura, Oliver ha manifestado que “es necesario hacer un proyecto de consolidación de los muros y paredes para evitar caídas por el viento o las lluvias”.
Al respecto, Fibla apuntaba que el Ayuntamiento buscará ayudas para ayudas para sustentarlos evitar que ocurra como en el episodio de lluvias torrenciales de octubre del año pasado, donde hubo varios desprendimientos.
Yacimiento de gran interés
El yacimiento del Puig de la Misericordia es un conjunto de gran interés que ofrece dos atractivos momentos de la cultura ibérica, su inicio y su final, según se destaca desde el Servicio de Arqueología de la Diputación.
A la vista están las tres fases de ocupación datadas por las excavaciones, una correspondiente a la Edad del Hierro y otras dos a la Época Ibérica. La segunda es la que está más a la vista tras la excavación. Se trata de una residencia fortificada de carácter residencial y agrícola, aunque quizá también tuvo un uso estratégico. Es probable que este lugar fuera un enclave importante en la época en conexión con otros asentamientos de la zona.
Hallazgos de esta campaña
Oliver explicaba que “es un yacimiento muy importante por la buena conservación que tiene y su singularidad arquitectónica, estamos hablando de un edificio fortificado. De los pocos que se están excavando”.
En esta campaña arqueológica se ha trabajado la estructura del siglo VI a.n.e., y se ha hallado la entrada de este edificio en el siglo, con lo que se ha podido saber cómo se distribuía el mismo en esta época.
Además, se han hallado dos collares de bronce, broches y piezas de cerámica en muy buen estado de conservación. También se han encontrado restos de bebés recién nacidos como rituales de esa época y se ha detectado la presencia de conchas en varios muros, que significa el símbolo de la fecundidad. Todos estos hallazgos se depositarán en el Museo bellas artes de Castellón.
La campaña arqueológica del próximo año contempla finalizar la excavación de la capa correspondiente al siglo VI, decía Oliver. Además, apuntaba que en unos cuatro años podrían estar excavado todo los que es la zona de esta edificación, quedando por excavar el perímetro del mismo.
En el año 1.980 se hizo la primera campaña de excavaciones en este yacimiento, pero al encontrarse bajo la gran cruz del calvario se cubrió lo hallado y no volvió a ser hasta el 2.013, cuando se reiniciaron las campañas que año tras año se han venido repitiendo a parte del Servicio de Arqueología de la Diputación con la colaboración del Ayuntamiento.
Este yacimiento fue objeto de sus primeras excavaciones entre 1983 y 1991. Desde ese año hasta 2013 hubo un parón. Desde 2013 hasta la fecha se realiza cada año una campaña de excavación. Este yacimiento arqueológico fue identificado en 1976 por Amics de Vinaròs, entidad que promovió las excavaciones.