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Illueca estima en 665 millones las pérdidas del IVF por prestamos fallidos y avales de la etapa popular

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Ha asegurado que "nuestro único objetivo ha sido recuperar hasta el último euro invertido" y ha añadido que "el actual IVF jamás habría otorgado estos préstamos"

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El director general del Institut Valencià de Finances (IVF), Manuel Illueca, ha manifestado este martes que "la nefasta gestión del anterior Gobierno, marcada por la desidia, la irresponsabilidad y la más absoluta falta de profesionalidad, hizo que el Institut Valencià de Finances dilapidara 665 millones de euros". "En concreto -ha explicado- las pérdidas solo en préstamos otorgados ascienden a 192 millones, otros 73 se perdieron por la concesión de avales y a ello hay que sumar otros 400 millones derrochados en el sumidero en el que los anteriores responsables de la Generalitat convirtieron a la SGR".

"Ojalá la estricta aplicación de la praxis bancaria que hemos llevado a cabo en la venta del crédito deteriorado del Grupo Zeta, cuyo único objetivo ha sido recuperar hasta el último euro invertido por los valencianos en el préstamo original, hubiera sido adoptada previamente por los que nos precedieron. Nos habría ido a todos mucho mejor", ha afirmado Illueca.

En este sentido, ha añadido que "en el pasado, el IVF no explicitaba los criterios de elegibilidad de sus líneas de financiación, ni tenía definidos parámetros de riesgo establecidos 'ex ante' para descartar proyectos financieros viables, ni fijaba los tipos de interés de las operaciones mediante un criterio sistemático, coherente y comprensivo. Por desgracia, los criterios de selección de los proyectos de inversión no siempre se caracterizaron por los principios que inspiran la buena gestión pública."

El director general del Institut Valencià de Finances ha realizado estas declaraciones durante su comparecencia a petición propia y de los grupos parlamentarios del PP y Cs en la sesión extraordinaria de la Comisión de Economía, Presupuestos y Hacienda de las Corts Valencianes, donde ha defendido la transparencia y claridad del proceso de venta del crédito deteriorado que tenía el IVF con el Grupo Zeta.

El origen: dos operaciones con SILSA

El IVF formalizó dos operaciones de financiación para el montaje y posterior ampliación de una planta de impresión en Biar con Servicios de Impresión de Levante, S.A. en 2000 y 2006, cuya principal accionista es Promociones y Ediciones Culturales, S.A. (PECSA), editora e impresora del periódico Mediterráneo de Castellón.

En ambas operaciones, por importe cada una de ellas de tres millones de euros, el IVF aplicó condiciones financieras muy favorables, 2 y 3 años de carencia, plazos de amortización de 5 y 7 años, márgenes sobre el tipo de interés de 0,5% y un 1% respectivamente, unas condiciones tan favorables que el IVF incluso renunció a constituir garantía hipotecaria sobre la finca financiada.

"Se trata de una operación que nada tiene que ver con la promoción de la actividad económica en territorio valenciano y sí con el conocido afán del Gobierno anterior por intervenir en el ecosistema mediático de la Comunitat Valenciana. Una operación de naturaleza claramente política", ha destacado Manuel Illueca.

En este sentido, el director ha afirmado que "la actual política de riesgos del IVF no habría permitido la concesión de las operaciones que posteriormente se integrarían en la financiación sindicada. El actual IVF jamás habría otorgado estos préstamos".

Integración en el sindicado

El IVF va recuperando sin incidencias los créditos concedidos hasta que en 2009, el Grupo Zeta decide reestructurar su deuda y el IVF se incorpora en la financiación sindicada que el grupo había pactado con distintas entidades financieras en 2005. De este modo, se cancelan los préstamos con SILSA y el acreedor pasa a ser el Grupo Zeta, SA, que, a partir de ahora, garantiza el conjunto de los créditos sindicados, no solo las operaciones del IVF, sino todos los demás préstamos contraídos por el grupo o sus filiales.

"Hay que hacer hincapié en el hecho de que en este momento el segundo de los préstamos del IVF a SILSA no había sido desembolsado completamente, por lo que el IVF podría haber optado por consolidar el préstamo por un importe menor y limitar su exposición ante el riesgo de insolvencia. Sin embargo, se optó por mantener el apoyo al Grupo Zeta, en contra del interés de los valencianos", ha explicado Manuel Illueca.

De este modo, el IVF aprueba la integración de los préstamos en la financiación sindicada por un total de 3,858 millones, correspondientes a la cuantía equivalente al riesgo vivo de las dos operaciones en ese momento más el importe pendiente de desembolsar.

"Si en ese momento se hubiese aplicado el sistema actual de calificaciones crediticias del IVF, la compañía habría recibido una calificación crediticia de CCC, paso previo al 'default' y, por supuesto, la ampliación del crédito habría sido denegada", ha afirmado el director.

La integración en el sindicado supone un vuelco definitivo en esta operación, en la que el IVF participa junto con otras 22 entidades, lo que le supone perder el control sobre el proceso de monitorización de los créditos y que su participación quede reducida a un 1,8% del riesgo vivo total del sindicado. Además, a partir de ahora, el IVF ya no podrá plantear una estrategia de recuperación ajena al resto de entidades, pierde toda capacidad para vender el crédito de forma unilateral y se ve de facto incapacitado para ejecutar de forma autónoma las garantías de la financiación.

Como ha explicado el director general, debido a las dificultades que atravesaba el Grupo Zeta, en 2012 el grupo suscribió una nueva operación sindicada por valor de 10 millones de euros y solicitó en multitud de ocasiones, entre 2012 y 2017, novaciones y reestructuraciones de la financiación sindicada.

"La financiación sindicada de 2009, el préstamo sindicado de 2012 y las operaciones bilaterales firmadas por el grupo configuran la deuda de Grupo Zeta que Editorial Prensa Ibérica acabaría adquiriendo en febrero de 2019", ha dicho Illueca.

"Cuando en 2015 llegamos al Gobierno -ha explicado- se nos informa de la grave situación que atraviesa el Grupo Zeta y se nos propone la refinanciación del riesgo vivo, que en ese momento ascendía a 105,8 millones de euros. En este momento se propone la separación del grupo en dos perímetros, por un lado, El Periódico de Catalunya, S.L. y por el otro, el Grupo Zeta".

En 2017, a la vista de que la situación del grupo no mejora, se produce la segunda gran reestructuración de la empresa.

Ante esta situación, la empresa encarga un Independent Business Review a Deloitte, en el que se plantean distintos escenarios acerca de la evolución futura de la compañía. Este estudio concluía que, en un escenario de liquidación del grupo, las entidades recuperarían una media de entre un 18% y un 31% de su riesgo y que, dada la complejidad del grupo, se estima un calendario de cobro de entre 2 y 3 años para la liquidación de la totalidad de los activos.

Los porcentajes de recuperación variaban en función de los importes de deuda clasificados por tramos, "situándose el porcentaje de recuperación correspondiente al IVF en una horquilla entre el 13,5% y el 28,0%", ha recalcado.

"Y en este escenario, cuando la situación del Grupo Zeta se encuentra muy deteriorada, es cuando se recibe la oferta de compra por parte de Prensa Ibérica", ha explicado Manuel Illueca. "El IVF -ha añadido-, con una participación del 1,8% en la financiación sindicada, no puede oponerse al acuerdo de venta y además existe el riesgo de que fuera obligado por el acuerdo del 'pool' bancario a aceptar las condiciones propuestas por Prensa Ibérica". No solo eso, sino que, según Illueca, existía el riesgo de que se impusieran al IVF unas condiciones mucho peores.

Oferta de compra de Prensa Ibérica

El 11 de febrero de 2019 el IVF recibe un escrito de Prensa Ibérica Media S.L. en el que se traslada una oferta de adquisición de la deuda financiera del Grupo Zeta en el que además se indica que esta oferta se mantiene hasta el 18 del mismo mes y está condicionada a alcanzar en esa fecha la adhesión de la menos el 85% de las entidades financieras.

El importe que le corresponde al IVF conforme al precio ofertado es de 553.000 euros, lo que supone un descuento ligeramente superior a 1,2 millones sobre el valor nominal. Este importe supone la recuperación del 30,17% de los saldos vivos a 17 de diciembre de 2018, porcentaje similar al que recuperan el resto de entidades financieras afectadas.

Como ha destacado el director general, "gracias a la operación de venta de este activo tóxico, el importe recuperado finalmente por el IVF, incluidos los intereses abonados, asciende a 6.302.000 euros. No solo se han reintegrado al erario público la totalidad de los seis millones prestados inicialmente, sino que se han obtenido 297.000 euros adicionales".

"La razonabilidad económica de la operación es incuestionable, y, sin embargo, seis meses antes el IVF había iniciado la tramitación de un decreto de carácter general que, junto a otros muchos aspectos, regulaba la enajenación de activos de la institución en distintos contextos, entre ellos las operaciones de financiación sindicada", ha explicado Illueca, quien ha añadido que "por un criterio de oportunidad, y al objeto de maximizar las garantías jurídicas de la operación, el Institut opta por posponer la firma de la operación a una fecha posterior a la aprobación del decreto".

Esta circunstancia, no obstante, planteaba el riesgo de que el comprador, una vez alcanzado el visto bueno del resto del 'pool' bancario, retirara la oferta propuesta al IVF y planteara la homologación judicial de un acuerdo posterior de refinanciación en peores condiciones que las aceptadas por la banca comercial. "Por ello, el IVF ofreció -y Prensa Ibérica Media, S.L. aceptó- una promesa de cesión de los créditos que el Institut ostenta frente a Grupo Zeta y el Periódico de Cataluña en las condiciones de la oferta inicial", ha destacado Illueca.

El director general ha afirmado que en esta operación el IVF ha actuado con la mejor praxis bancaria y en iguales condiciones al resto de entidades financieras que participaban. "Nadie podrá quebrar la voluntad de este Gobierno de disponer de una herramienta eficaz para diseñar políticas económicas y sociales basadas en instrumentos financieros. El IVF seguirá trabajando para recuperar los créditos impagados, créditos que se otorgaron en el pasado y que, por desgracia, tanto han contribuido a socavar la imagen de esta institución", ha señalado.