Añoranzas, tradiciones y romances en una noche mágica junto al mar en el anfiteatro Pepe Falomir
Balandra, Els Llauradors y Canya de Sucre triunfaron en el XXXIV Festival de Habaneras de Benicàssim que, como cada año revivió las añoranzas, las tradiciones y aquellos antiguos relatos de amor que cantaron soldados y marineros que se trasladaban a aquella antigua provincia española que entonces era Cuba. Noche mágica en Benicàssim.
Castellón Información
Benicàssim celebró su XXXIV Festival de Habaneras en el anfiteatro Pepe Falomir, junto al mar. Fue una noche mágica que volvió a recobrar una tradición que se remonta a finales del siglo XIX.
Aunque el origen oficial de las habaneras es un tanto confuso, con teorías que se remontan mucho más atrás a los antiguos ritmos latinos de la isla y su visión posterior en España y en Europa, la habanera como se ha popularizado en España rememora una época colonial en la que Cuba era oficialmente una provincia española. Los viajes de los indianos que fueron y retornaron, comerciantes, vividores, buscadores de fortuna… y sobre todo, a finales del siglo XIX, los soldados que embarcaron para defender la posesión española ante los ataques de Estados Unidos. Se calcula que más de 250.000 soldados embarcaron y se trasladaron hasta Cuba para defenderla.
Desde entonces, la habanera es un canto de añoranza, de recuerdos, de romances perdidos, de pescadores, que se ha institucionalizado como propio en las costas levantinas de Cataluña, Comunitat Valenciana y Andalucía; en Cádiz o en el País Vasco.
El Festival de Habaneras de Benicàssim volvió a revivir toda esa magia sin fronteras, a través de la participación de Balandra, el grupo invitado, procedente de Reus, que supo entonar todo tipo de habaneras en sus diferentes ritmos, ya sea el tradicional, las habaneras de Cádiz, o la mezcla con la rumba catalana. Presentó el festival José Antonio Luque.
Els Llauradors, de Castellón, también entonó sus mejores melodías, aquellas en las que tierra y mar se dan la mano con los tonos más tradicionales.
Y por supuesto, el grupo local que organiza este Festival, Canya de Sucre, fue el encargado de abrir el evento, con tonadas en forma coral, y semblanzas de amor y de mar en canciones como ‘Canya de Sucre’, ‘Llop de mar’, ‘La hamaca’, 'La barca xica' o ‘la Gabina’.
Los tres grupos intervinieron primero en solitario y después de forma conjunta para rematar el XXXIV Festival de Benicàssim de Habaneras con ‘La bella Lola’, ‘La Paloma’ y, por supuesto, ‘Benicàssim’.
Remate de fuegos artificiales para una noche de música y melodía junto al mar.