Ava-Asaja pide medidas para proteger a los sectores sensibles como los cítricos y que se establezcan barreras arancelarias que equilibren el mercado
Castellón Información
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) considera impropio de un ministro de Agricultura realizar una valoración triunfalista sobre el acuerdo firmado con los países de Mercosur -Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay- cuando existen sectores productores europeos que van a verse afectados gravemente, como es el caso del citrícola, el arrocero y el apícola. Las importaciones de estos países a la UE superan con creces a las exportaciones de productos agroalimentarios europeos a Mercosur. Concretamente, en 2018 se importaron 377.350 toneladas de cítricos, mientras que se exportaron únicamente 27.700 toneladas, entretanto en el caso del arroz se importaron 377.350 toneladas y se exportaron solamente 5.199 toneladas.
Además, las condiciones económicas de producción de estos países no son comparables a las que tienen los productores europeos. Según un estudio elaborado por el COPA-COGECA, los costes de producción para un kilo de naranjas en Brasil son de 1,6 céntimos, mientras que en Europa el mismo kilo de naranjas cuesta de producir 19,8 céntimos. A los costes también se suman las limitaciones en el uso de materias activas, que no son tan estrictas en los países de Mercosur como en Europa, por lo que sus productos no compiten en igualdad de condiciones con los comunitarios.
Por otra parte, esta organización considera que el gobierno no está siendo honesto al afirmar que los intereses del sector agroalimentario de la UE han sido contemplados en la negociación, ya que hasta hace poco se desconocían las condiciones del acuerdo y no se ha atendido a las numerosas reivindicaciones que se han hecho desde esta asociación, que ha reclamado en todo momento que se tuviera en cuenta a los sectores sensibles mencionados.
A pesar de haber reconocido que la pasada campaña citrícola ha sido ruinosa para la economía de los citricultores valencianos con unas pérdidas que alcanzan los 305 millones de euros, el Ministerio de Agricultura aplaude un acuerdo que perjudicará aún más a este sector, por ello desde AVA-ASAJA se reclaman medidas arancelarias estrictas y que los cítricos sean declarados producto sensible como ya se ha hecho con el sector de vacuno. Asimismo, sectores productores como el arrocero y el apícola, que ya sufren las consecuencias de exportaciones masivas de terceros países y a pesar de haber sido declarados sensibles, también se verán perjudicados por este acuerdo y como compensación únicamente se prevén medidas de contingencia que son insuficientes.
Igualmente, en caso de crisis de algún sector productivo, el acuerdo contempla un paquete de ayudas financieras, no obstante, esta medida ya fue aplicada cuando se produjo el veto ruso y no sirvió para compensar el daño provocado. Por ello, desde AVA-ASAJA se reclaman medidas que protejan adecuadamente a los productos sensibles para garantizar equilibrio y reciprocidad en los intercambios comerciales. “En esta organización no estamos en contra del libre comercio, ya que precisamente nosotros mismos somos exportadores, pero el libre comercio no significa que todo vale y es necesario realizar un estudio de impacto. El ocultismo con el que ha sido elaborado este acuerdo es sorprendente y al parecer con el beneplácito del gobierno español”, apunta Cristóbal Aguado, presidente de AVA-ASAJA. “La valoración triunfalista efectuada por Planas sobre los efectos del acuerdo de la UE con Mercosur debería haber sido muy matizada, ya que existen sectores sensibles que no se han tenido en cuenta. Tal vez esta valoración tan positiva tiene alguna explicación y es que fue el mismo presidente en funciones, Pedro Sánchez, quien aceleró la firma de este tratado comercial, y no es de extrañar que se señalen únicamente los beneficios que tendrá a la hora de abrir puertas giratorias, ya que quienes van a disfrutar de este tratado son precisamente las grandes empresas e inversores españoles, que harán negocio mientras otros sectores productivos, los de siempre, se ven sumidos en la ruina más absoluta”, señala Aguado.