En total, casi de 100.000 alumnos del sistema educativo valenciano serán evaluados antes de terminar el curso, dado que el próximo 27 de mayo comienzan las pruebas para 49.493 alumnos de cuarto de Primaria.
Un total de 50.227 alumnos de 2º de ESO de la Comunitat Valenciana comenzarán mañana las pruebas de evaluación diagnóstica que valorarán sus conocimientos sobre matemáticas y comunicación lingüística.
En las pruebas de Secundaria participarán 682 centros educativos, que obtendrán, al finalizar, información útil acerca del nivel y de las competencias adquiridas por sus alumnos a lo largo del curso.
Los estudiantes estarán toda la semana evaluando sus competencias, tanto de forma oral como escrita. Se pondrán a prueba, entre otros, sus conocimientos de cálculo, geometría, velocidad y comprensión lectora o expresión escrita.
Cabe recordar que la evaluación diagnóstica ofrece una radiografía completa del sistema educativo valenciano que permite conocer el nivel de competencia de los alumnos centro a centro.
Según la consellera de Educación, María José Català, "las pruebas diagnósticas permiten diagnosticar aquellos aspectos que pueden ser mejorados y establecer así planes de innovación y de mejora ajustados y realistas".
Estas pruebas han sido una de las prioridades de Educación, en el marco del Plan de Choque contra el Fracaso Escolar. Además, es una manera de apostar por la cultura de la evaluación para disponer de herramientas con las que mejorar la calidad de nuestra enseñanza.
Cabe destacar también que por iniciativa de la Conselleria este curso es el primero que se ha dotado de mayor transparencia a los resultados obtenidos por los centros en las pruebas, dado que los padres pueden solicitar el informe de los resultados como un elemento clave a la hora de escolarizar a sus hijos en el centro educativo.
Català ha asegurado que esto garantiza "una mayor participación de las familias en el proceso de aprendizaje" y que les permite implicarse más en la mejora de la calidad educativa.
La finalidad de esta medida es "favorecer la libertad de los padres a la hora de elegir el centro, ofreciendo transparencia en los resultados de las pruebas, que serán públicos y objetivos para todas las familias que lo soliciten con el fin de tomar una decisión en torno a la escolarización".