Muy emocionado, y abrazado a su hermano Juan, el presidente del Villarreal bajó como una exhalación al terreno de juego para felicitar a todos los jugadores. El presidente, entre lágrimas, aseguró que este triunfo que supone regresar a la máxima categoría hay que dedicárselo a enloquecida afición amarilla.
El máximo responsable de la entidad amarilla bajó al terreno de juego nada finalizar el partido para felicitar a todos los futbolistas.
Fernando Roig, que sólo él sabe lo que ha sufrido esta temporada, aseguró que "ha sido un año muy complicado" pero que ha tenido "un final feliz". El final deseado porque se quería regresar a Primera División por la vía rápida y se ha conseguido. "Es un triunfo de todos y este ascenso hay que dedicárselo a toda la afición del Villarreal, a esa que nos ha desbordado en las últimas jornadas con su fidelidad", comentó.
Acompañado en todo momento por su hermano Juan Roig, el presidente del 'Submarino Amarillo' destacó que "hemos tenido que reestructurar muchas cosas para adaptarnos a la Segunda División. Un sacrificio muy grande que ha valido la pena". "Se ha sufrido, pero por fin podemos decir que volvemos a ser equipo de Primera División, y ascendemos con una afición espectacular".
"Hemos recuperado esta afición que se merece estar en Primera División", repitió una y mil veces. Y es que Fernando Roig, al igual que su hijo y José Manuel Llaneza vivieron con mucha intensidad desde el palo el desarrollo del partido.
