Ha intervenido en la inauguración de las Jornadas sobre Psicología y Tecnologías Emergentes que ha celebrado en Castelló el Colegio Oficial de Psicología de la Comunitat Valenciana
Castellón Información
La vicepresidenta de la Diputación y responsable del Área de Bienestar Social, Patricia Puerta, ha intervenido en la inauguración de las Jornadas sobre Psicología y Tecnologías Emergentes celebradas hoy en el Hotel Intur de Castellón, organizadas por el Colegio Oficial de Psicología de la Comunitat Valenciana. En la inauguración también han participado el decano de la entidad colegial, Francisco Santolaya, y la concejala del Ayuntamiento de Castelló, Mari Carmen Ribera.
Durante su intervención, Puerta ha señalado que «las tecnologías emergentes tienen una presencia constante en todos los órdenes de nuestra vida» y que, en consecuencia, «la Psicología debe permanecer muy atenta a su desarrollo y evolución porque en cuestión de pocos años lo ha cambiado todo».
Para la vicepresidenta, «es evidente que el proceso de crecimiento y maduración de los niños y adolescentes de hoy tiene serias diferencias respecto a lo que sucedía hace 20 años porque a una edad muy temprana comienzan a familiarizarse con el teléfono móvil y otros dispositivos, y es más que probable que las madres y los padres no estemos gestionando bien esta nueva realidad».
Puerta ha recordado que «las nuevas tecnologías nos abren un gran abanico de posibilidades, pero también de riesgos, por ejemplo, el juego y la posible adición al mismo, o la captación de personas a través de la red para causas innobles y peligrosas».
En opinión de la responsable del Área de Bienestar Social de la Diputación, «en las administraciones públicas tenemos la obligación de permanecer muy atentos a los problemas que detecten los profesionales de la Psicología y a las recomendaciones que realicen porque lo importante es que seamos capaces de afrontar con acierto la nueva realidad».
Puerta ha finalizado diciendo que «las tecnologías emergentes deben ser nuestras aliadas, pero no podemos consentir que sirvan para poner en entredicho o tratar de eliminar derechos, desmovilizar a la sociedad respecto a asuntos importantes o para adoctrinar de forma nociva a las nuevas generaciones».