El Hospital Provincial de Castellón ha sido desinfectado esta tarde y se aplican medidas especiales de limpieza en las residencias
Más del 10% de las personas contagiadas por coronavirus en la provincia de Castellón son sanitarios, y otros tantos se encuentran en cuarentena por haber presentado algún síntoma sin que se haya podido confirmar si lo padecen o no. Pero no son cifras oficiales, porque la mayoría de ellos no han podido hacerse la prueba para confirmar o descartar que puedan padecerlo. Esta tarde se ha desinfectado el Hospital Provincial y algunas residencias de mayores.
Esperanza Molina/ Castellón Información
Los sanitarios de la provincia de Castellón esperan como agua de mayo la llegada de test rápidos de coronavirus y medidas de prevención para evitar que los más expuestos al virus puedan contagiarse o contagiar.
Según fuentes oficiales, con los datos que ha facilitado la consellera de Sanidad, más del 10% de los contagiados en la provincia son sanitarios. Y hay otros tantos que se encuentran en cuarentena por prevención, al padecer algún síntoma o haber estado en contacto directo con los que han dado positivo. Y no acaban de ser datos reales, confirmaban las mismas fuentes, ya que, al no poder realizarse las pruebas, se ignora si hay personas asintomáticas que lo padecen, o si los que padecen alguna sintomatología responden a un simple resfriado o aun contagio del virus Covid-19.
Esta tarde se ha procedido a la desinfección del Hospital Provincial, y también se está aplicando medidas similares en residencias de tercera edad, ya que ellos son los más, sensibles a los efectos del coronavirus.
Según fuentes sanitarias, se han solicitado medidas de prevención tanto para los profesionales sanitarios como para el personal auxiliar que trabaja en los centros, con el fin de evitar contagios por ambas vías. También se han establecido turnos especiales, con el fin de que siempre pueda haber un turno de reserva que pueda intervenir en un momento de urgencia. “Unos trabajan y otros descansan 7 días y luego se invierte el ritmo”. Es la única manera de garantizar que siempre pueda haber profesionales de sanidad y que estén libres de contagios.
