Los estudiantes de este curso han obtenido el diploma que acredita su formación y cuyo objetivo es abrir nuevas alternativas laborales.
Los municipios que integran el Pacto de la Cerámica han hecho entrega hoy en la localidad de Burriana de los diplomas acreditativos a los 20 desempleados que se han formado en el curso sobre agricultura ecológica que se ha realizado en la localidad de la Plana Baixa El alcalde de Onda y presidente del Pacto, Salvador Aguilella, ha asistido a esta clausura junto al alcalde de Burriana, José Ramón Calpe, donde se ha entregado el documento que acredita estas 490 horas formativas en las técnicas más modernas de la agricultura ecológica y cuyo objetivo es la búsqueda de alternativas laborales entre los municipios de tradición cerámica. La formación ha consistido en charlas y conferencias de expertos a cargo de ingenieros. Además, estos 20 desempleados han contado con cursos de coaching y visitas a explotaciones ecológicas.
El alcalde de Onda ha destacado que este curso "es un ejemplo más del trabajo realizado por el Pacto, ya que es un ejemplo de nuevas formas de diversificar la economía de este sector y que está constituyendo fórmulas de venta para hacer más rentable la producción agraria”. Y es que la agricultura ecológica de calidad se está convirtiendo en un sector en auge por lo que desde el Pacto se están realizando varias acciones para abrir estas vías laborales. De hecho, ahora mismo hay alumnos que están interesados en iniciar su actividad profesional gracias a la formación realizada. El presidente del Pacto ha recordado que, además, “se ha puesto en marcha la marca 'kilómetro 0' que es otra apuesta por la agricultura ecológica”. Esta marca consiste en un sello de calidad que se ubica en los puntos de venta y que garantiza que el producto no sólo es ecológico y de calidad, sino que además se ha producido en la zona. Los alumnos también han contado con el refuerzo de empresas cooperativas que han mostrado las líneas a seguir y la importancia de este sector para el futuro. Además, la apuesta del consorcio trata de evitar el abandono de campos. Este hecho unido al proyecto Banco de Tierras supone un paso más por recuperar un sector tradicional de los 22 municipios consorciados.
