Begoña Carrasco García. Portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Castellón. Presidenta del PP de Castellón de la Plana.
Vila-real, Onda, Canet lo Roig, Peñíscola, Vall d’Alba, Almassora, Benicàssim… menos Castellón. Se acumulan ejemplos de los alcaldes de municipios que han adoptado medidas para ayudar a sus vecinos frente a los efectos del Covid-19. La primera, la más básica, el reparto de mascarillas. En Castellón, ni eso. Desde el jueves de esta semana, deberemos llevarlas todos obligatoriamente tanto en las salidas por las calles de la ciudad como en espacios cerrados.
No voy a entrar en que el Gobierno primero dijo que no, y ahora es que sí. Los bandazos en las recomendaciones sanitarias, económicas, políticas y sociales se han convertido en el pan nuestro de cada día de un Ejecutivo de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias que parecen más obsesionados en llevarnos a la debacle que en salvarnos. Las mascarillas han llegado para quedarse entre todos los españoles, pero el equipo de gobierno municipal de Castellón no ha tenido ni la sensibilidad ni la responsabilidad de repartir un kit entre sus vecinos.
Dos meses después del Estado de Alarma, ni hace, ni deja hacer. Porque no solo no las ha comprado y distribuido entre los castellonenses, sino que también ha vetado todo intento por parte del Partido Popular de que así fuera.
Está claro que los partidos del Acord de Fadrell que lidera la socialista Amparo Marco están pensando en el color del grupo que le hace la propuesta, pero no en el fondo de la misma. Debe ser que todavía no han entendido que esta pandemia no entiende de ‘colores’, ni de edades, ni de sexos. Se lo propusimos en el último pleno y se lo volvimos a proponer esta semana, cuando planteamos que aprovechara una modificación de crédito que tramita para destinar 630.000 euros para la compra de mascarillas y para generar líneas de apoyo para los comercios y la hostelería de la ciudad. También rechazó la propuesta.
Cerrazón absoluta e irracional. Amparo Marco sigue instalada en el ‘No es no’ injustificado. Los días van pasando y en Castellón no hay nada. Ni medidas sanitarias activadas ni medidas económicas para atender a pymes, autónomos y vecinos en general. Los castellonenses no necesitan promesas, porque de las buenas palabras no comen. Necesitan soluciones. Y en este sentido, todos los pueblos de la provincia han dado una lección al PSPV, Compromís y Podemos que ¿gobiernan? en Castellón.
Por no tener, no tenemos ni un presupuesto aprobado para nuestra ciudad. Y eso que vamos a entrar en junio. Esto solo va a significar una cosa: que hasta después del verano, no habrá cuentas, porque solo la tramitación administrativa requiere de unos plazos que son insalvables.
Una lástima. Desde el Partido Popular de Castellón lo vamos a seguir intentando. Por nosotros no será. Seguimos haciendo propuesta tras propuesta. Por eso, en el próximo pleno, propondremos el Plan contiGO, con 10 medidas para la desescalada de la ciudad y la reactivación económica, en un contexto con 16.347 parados ya y otros tantos afectados por ERTE. Y también llevaremos una propuesta de bases para regular la concesión de ayudas directas al alquiler de hasta 1.500 euros por beneficiario.
Propuestas en positivo pensando en los castellonenses, que demandan a su Ayuntamiento que los ayude. La pasividad y la lentitud con la que están actuando es absolutamente intolerable.
