El ayuntamiento no comparte la decisión y desconoce si se han modificado los criterios
La calidad de las aguas de la playa del Serradal en Castellón no cumplían los estándares de excelencia que demanda la asociación que concede las banderas azules. Esta es la razón inicial que se ha comunicado a la entidad municipal, que ha solicitado más información al respecto. La calidad del agua no es mala, podría no ser tan excelente, pero cumple los criterios de playa segura para el baño. Simó reconoce que les pilló por sorpresa, no lo esperaban.
Esperanza Molina/ Castellón Información
El portavoz del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Castellón ha reconocido hoy que la retirada de la bandera azul para la playa del Serradal pilló por sorpresa a la entidad municipal. El ayuntamiento ha solicitado información a la asociación que entrega estas banderas y la respuesta ha sido que la calidad del agua no es excelente. “Eso no significa que no sea buena pero si que no llega a los estándares que se exigía para el reconocimiento con este distintivo.
Para el Ayuntamiento, ha indicado Simó, "es una mala noticia, tanto como lo ha sido para Peñíscola o cuando años atrás se retiró la del Gurugú". El concejal estima que pueden haber pasado muchas cosas, como que uno de los indicadores que se observan para la concesión de esta bandera hayan fluctuado, por el motivo que sea en un momento concreto. Ha señalado también que no siempre ha habido bandera azul en la playa del Serradal y de hecho, el reconocimiento se efectuó por primera vez en el 2014. “Y nos consta que siempre ha sido motivo de discusión sobre la calidad del agua, no porque sea mala o porque no llega a los estándares de excelencia”.
El Ayuntamiento de Castellón solicitará información más amplia sobre los requisitos que se aplican, los marcadores que no cumplieron o los motivos concretos que han llevado a esta decisión
Simó ha recordado que la Playa de Serradal también tenía el distintivo de flora en la playa y el de flora y fauna ya lleva muchos años. “No estamos muy contentos, pero vamos a trabajar para poder recuperar esa bandera”.
Según Simó, la desembocadura de las acequias o del Río Seco en esa zona no es nueva, y tampoco lo son los temporales que, en ciertos momentos arrojan caudales que puedan arrastrar restos del interior del término municipal.
Piensa, por tanto, que ha podido haber un cambio de criterio en cuanto a la consideración de la calidad del agua, o al momento puntual de la recogida de muestras sobre la calidad del agua. Ha señalado, además, que tanto la acequia de la Ralla, como la acequia del Motor, la de la Obra o el río Seco llevan años en condiciones muy similares. Queremos saber exactamente el por qué para poder mejorar lo que sea mejorable”.
Simó no ha querido entrar en la posibilidad de que se puedan estar realizando vertidos de aguas fecales en el Río Seco, pero ha añadido que se analizará con detalle esta posibilidad.
El objetivo dorado durante décadas
Castelló tardó muchos años en conseguir el reconocimiento de sus playas con el distintivo de bandera azul y es que no siempre fue una cosa fácil para la capital de Plana poder competir con los municipios cercanos que dedicaban sus costas casi exclusivamente al turismo.
Uno de los motivos fundamentales por el que siempre fueron cuestionadas las aguas de sus playas, era la desembocadura de las acequias. Hubo de pasar el tiempo hasta que se pudo certificar que las acequias no solo no contaminaban sino que aumentaban la diversidad y embellecían el litoral. Control de vertidos, renovación del emisario submarino, modernización de la depuradora, restricciones sobre abonos y productos en el campo y compuertas para evitar la inundación del litoral cuando llegaban los temporales de levante, con tornillos de Arquímedes para desaguar la zona de la marjal...