El acto ha estado marcado por la presencia de distintas autoridades como la subdelegada del gobierno, la alcaldesa de la ciudad, el Presidente de la Diputación o el alcalde de Vila-real
La pandemia del coronavirus ha provocado muchos cambios en el día a día de muchas personas, organismos y actos. La jura de los nuevos agentes de la XXXIV promoción de la Policía Nacional no ha sido ninguna excepción, ya que normalmente se celebra en la Escuela Nacional de Policía de Ávila y es uno de los mayores actos multitudinarios del organismo. Este año no ha podido ser debido al coronavirus y el acto se ha realizado hoy de forma descentralizada en las distintas dependencias policiales de toda España, donde los alumnos han realizado sus prácticas. En el acto ha asistido también la subdelegada del gobierno en Castellón, Soledad Inmaculada Ten Bachero y otras personalidades como la alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, el Presidente de la Diputación de Castellón, Josep Martí y el alcalde de Vila-real, José Benlloch Fernández.
Tàrsila Galdón/Castellón Información
La principal sensación que invade con sólo pisar la acera de la calle ha sido el gran calor que hacía, aún siendo las 18:30 horas de la tarde. A pesar de ser tan pronto (el acto empezaba a las 19:00 horas), los distintos familiares de los casi graduados llegaban de forma gradual, casi pululando alrededor de la Comisaría Provincial de Castellón. En sus rostros se ha podido leer el orgullo mezclado con el nerviosismo propio de un acto como este. Las exclamaciones se sucedían al observar a todos los agentes uniformados, con manga larga. Bueno… casi todos. Algunos se han permitido la manga corta, ante comentarios un poco envidiosos de otros agentes: “Vaya, aquí el protocolo se ha perdido, ya me hubiera a mi gustado llevar manga corta”.
El principio del acto ha sido un poco caótico, ya que las familias no han sabido muy bien cómo funcionar. Ya saben, la nueva normalidad, que tiene a las personas un poco descolocadas. Pero el cuerpo de la Policía Nacional ha pensado en eso y ha remarcado el suelo con las respectivas distancias de seguridad. Poco a poco, todos iban llegando: las autoridades pertinentes, los alumnos y todos los agentes presentes.
El acto ha impuesto. Y mucho. Una vez todos estaban en su sitio, casi se podía saborear el silencio sepulcral. Y todo ha empezado una vez ha llegado la Subdelegada del Gobierno, quien ha seguido el protocolo en todo momento. Esta edición (en Castellón) ha contado con un total de 20 alumnos, pero en toda España se han graduado un total de 3.176 alumnos, quienes entrarán en la escala básica del cuerpo de Policía Nacional. De estos alumnos, un 25 % han sido mujeres. Un avance para la enorme cantidad de hombres que salpican el cuerpo nacional de policías. Según el departamento de prensa de la Policía Nacional, 776 de los 3.176 son mujeres. Por otra parte, el acto no ha sido largo, de hecho, ha durado una media hora.
Un “¡Sí, juro!” muy intenso y convencido se ha podido escuchar por parte de los alumnos ante la mención de la jura y promesa además de acatamiento de la Constitución Española. Una respuesta que los graduados esperaban poder proferir desde que entraron. Otro aspecto interesante de la jornada y marcada por la Nueva Normalidad ha sido la limpieza del micrófono con gel hidroalcohólico debido a la pandemia sanitaria. Sólo un alumno ha recogido el título en nombre de todos los demás.
Los discursos, después, se han sucedido: ha hablado el Comisario, Emilio Romero Borrego y también ha habido un mensaje institucional por parte del Director de la Policía Nacional. En los discursos, como no podía ser de otra manera, se ha ensalzado la figura del cuerpo de policía y se ha recordado a los alumnos como de “crucial e indispensable son para la democracia española”, además, también se han nombrado algunos de los valores propios del cuerpo como la “lealtad, la integridad o la responsabilidad”.
Uno de los momentos más emotivos ha sido cuando el cuerpo ha rendido homenaje a los caídos. Con palpable solemnidad, han llevado a cabo una lenta marcha ante la atenta mirada de todos los presentes. El acto ha terminado con el canto por parte de los nuevos agentes del himno de la Policía Nacional ante la piel erizada por parte de los presentes y también, con un sol ardiente por encima de todas sus cabezas.