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jueves, 21 de noviembre de 2024 | Última actualización: 19:57

Así ha sido la (re)adaptación de los Trabajos de Fin de Grado en la Universitat Jaume I de Castelló

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Estos días los estudiantes de bachillerato han realizado su selectividad, pero los estudiantes de fin de carrera también han sufrido lo suyo por la pandemia del coronavirus

Los alumnos de bachillerato terminaron ayer una de las selectividades más atípicas de la historia, tal y como se narró el primer día de selectividad en este diario. Sin duda, los futuros estudiantes de universidad, recordarán estos difíciles días. Al mismo tiempo, hay otros estudiantes que también están pasando por un periodo de incertidumbre ante la situación del coronavirus. Esta vez, son los estudiantes de cuarto de carrera, quienes terminan sus estudios, los que han tenido que hacer frente a un Trabajo de Final de Grado totalmente atípico: tutorías presenciales, defensa virtual y confusión por doquier. “El TFG es como tu hijo recién nacido y fue difícil porque muchas veces te ponías a documentarte i te frustras porque no encuentras la información”, explica Marc Sanchís, un estudiante de Magisterio de primaria de la Universitat Jaume I de Castelló. 

Tàrsila Galdón/Castellón Información

El InfoCampus de la Universitat Jaume I de Castelló ha confirmado a este medio de comunicación que debido a la pandemia del coronavirus, las defensas de los TFG se han alargado hasta noviembre: “puede haber alumnos que presenten su TFG en septiembre”. Todo este año ha sido nuevo y la Universidad se ha tenido que readaptar a la excepcional situación actual. 

Una de las figuras que más ha cobrado importancia en el proceso del TFG durante la pandemia es la de los tutores, que son quienes guían a los alumnos de último año en la elaboración de su TFG y también verifican la calidad de todo el proceso. Las tutorías con los alumnos durante la pandemia de la Covid-19 han pasado a ser virtuales: “es importante que los tutores estén pendientes, tengo tres compañeros que no recibían respuesta de su tutora en una semana y media”, explica Ana Ramón, estudiante de la Universitat Jaume I.

joven trabajando en un ordenador

Por lo que respecta a la comunicación con sus tutores, la situación de cada alumno varía. Aicha Herrando (estudiante de Periodismo) opina que depende mucho de la independencia del alumno y aunque acepta que con la pandemia, los tutores habían cobrado importancia: “tengo compañeros que los llamaban todos los días, a ver, estamos en una pandemia, pero hacer, se puede hacer”. De hecho, Herrando narra que ella tuvo las 3 tutorías obligatorias (1 virtual y 2 presenciales) y el resto fueron todo correos.

Por su parte, Lidón Moliner Miravet, coordinadora de los TFG en la titulación de Magisterio, asegura que la comunicación con el alumnado ha sido vital para el “buen funcionamiento del sistema adoptado”. La readaptación de la asignatura del TFG ha sido obligatoria para que los alumnos pudieran llegar a presentar sus trabajos. La Universitat Jaume I, por su parte, ha permitido al alumnado la posibilidad de desmatricularse del TFG con devolución de dinero (siempre que fuera antes del 6 de mayo).

Aún así, la mayoría de estudiantes ha repudiado esta opción: “teníamos ya varios meses hechos de TFG y seria como volver hacia atrás, cuando quedaba muy poco”, explica Sanchís. Lidón Miravet admite que no están aún las cifras de todos los alumnos que han abogado por esta opción: "de momento tenemos que esperar a la segunda convocatoria para conocer el número de estudiantes que se han presentado en total".

Una de las principales críticas que la estudiante de periodismo Aicha Herrando realiza a esta adaptación forzosa del TFG en la pandemia es la poca “claridad por parte de los profesores, sobretodo con el tema de los plazos”. La estudiante narra que hasta el 26 de mayo no estaba todo super claro, cuando todo empezaba a rodar el 29 de mayo. Por su parte, Pablo López Rabadán (coordinador del TFG de periodismo), explica: "hemos tenido que pasar por todo un proceso burocrático, se ha intentado consensuar una solución, con sobrecarga de trabajo", y matiza: "si no lo tenía claro ni el Ministro de Sanidad, lo iba a tener claro un pobre profesor".

Calendario

“A ver, aprobar, aprueba, aunque al límite”, ríe Herrando a la hora de poner nota a la adaptación del Grado de Periodismo ante la pandemia. Por su parte, acepta que la adaptación era más difícil según qué trabajo de fin de grado ibas a realizar: “al ser un TFG práctico, no pude ir ni a actos culturales ni a cubrir festivales ni tampoco entrevistar a gente”, explica Herrando su TFG, que era un cibermedio cultural de Vila-real y prosigue: “creo que esa ha sido la principal dificultad”.

El coordinador del grado de Periodismo se muestra de acuerdo con Herrando y asegura que el problema fundamental ha sido con la tercera modalidad de TFG: "la realización de un producto periodístico, porque se cerró la universidad y los estudiantes no podían salir a la calle a rodar ni podían hacer entrevistas".

Las alumnas de periodismo aseguran que dentro de lo que cabe, los profesores han sido muy comprensivos con la situación, ya que si un alumno no podía grabar un reportaje audiovisual, había que entregar otras partes del trabajo, como la memoria (un documento en el que el alumno explicaba su situación y su prototipo de trabajo), que iban a contar más: "era como una especie de bote salvavidas ante la situación del coronavirus", explica Rabadán.

Asimismo, el coordinador de TFG de periodismo matiza que había 16 reportajes de esta modalidad y de esos: "cinco o seis ya tenían toda la labor de producción previa y les faltaban algunas cosas, y 8 o 9 estaban aún en una fase de pre producción y ya tuvieron más problemas". Aún así, el Laboratorio de Comunicación (Labcom) de la Universitat Jaume I (según sus canales oficiales) ya estaba abierto el 16 de junio con cita previa para la devolución y préstamo de sus materiales, por lo que los alumnos podían volver a grabar.

Los distintos profesores, como Miravet, aseguran que el alumnado ha sabido reaccionar y adaptarse bien a la nueva situación: "En líneas generales el alumnado ha entendido y ejecutado bien las adaptaciones". Asimismo, Rabadán explica que de los dieciséis reportajes audiovisuales que había, todos se presentaron en primera convocatoria: "a mí me hubiera gustado que tres o cuatro hubieran ido a segunda convocatoria, para poder preparárselo más y haber sacado un producto mejor".

teletrabajo

Asimismo, todos los alumnos entrevistados han gozado de una semana  o dos más para poder llevar a cabo su TFG. En el caso de las estudiantes de periodismo, debido a la problemática de conseguir recursos audiovisuales o entrevistas. En caso de Marc Sanchís, estudiante de Magisterio de Primària: “la verdad es que íbamos bastante adelantados, pero nos dieron la oportunidad de retrasar la entrega para prepararnos más”. 

Por lo que respecta a las entregas, evidentemente, cada carrera presenta unos requisitos. En el caso de las dos alumnas de periodismo, debían entregar un borrador a la tutora para que se lo aprobara y después, el documento definitivo al Aula Virtual para el Tribunal, un vídeo explicativo y un power, aparte de la llamada virtual para la propia defensa del trabajo. Por su parte, Sanchís explica que lo ha llevado muy bien: “hice la defensa a través de Meet y puse en pantalla el power para que lo vieran los profesores”. La coordinadora de su grado, Lidón Moliner Miravet explica que se ha planteado la exposición del trabajo de forma "asíncrona, a través de un vídeo, y una fase de debate  con el tribunal por vídeo conferencia".

¿Consideran los alumnos algun aspecto del TFG telemático útil para aplicarlo en el futuro?

Pues sorprendentemente, sí. Los alumnos prefieren realizar la defensa del TFG de forma virtual. Ana Ramón explica que así, los nervios te traicionan menos y la tranquilidad es mayor: “nos valoran en directo, pero a la vez estás en casa y te lo puedes preparar todo mucho mejor”, y prosigue: “además, fue todo súper corto: 5 minutos de presentación y después, te hacían 2 o 3 preguntas sobre el trabajo”. Su compañera Herrando se muestra de acuerdo con ella: “así no te ven temblar”, ríe la ya graduada en Periodismo. "Lo pensaremos", asegura Rabadán, ya que cree que no ha sido nada problemático y todo ha ido muy bien.

¿Qué ocurre con los alumnos que no han podido acceder a las Tecnologías de la Información (TIC)?

La Universitat Jaume I de Castelló ha facilitado a todo el alumnado con problemas para acceder a las nuevas tecnologías un servicio "de préstamo de ordenadores y de tarjetas 4G para la conexión a Internet". El servicio ha estado pensado para poder ayudar a esos alumnos con dificultades para acceder a ciertos recursos debido a la pandemia de la Covid-19